5 tips básicos para restaurantes

Desde mi punto de vista como consumidor y combinado como perfil marketero pienso muchas veces en estos 5 tips básicos para restaurantes. En todos ellos impera el sentido común.

Entremos en faena con cada uno de los tips básicos para restaurantes:

1. La atención al cliente (o mejor dicho: desvivirse por el cliente)

Hay un principio fundamental: si tienes un negocio enfocado en ofrecer algo tan interesante como la gastronomía a clientes pero te olvidas de un exquisito trato al cliente… ¿cuántos restaurantes conoces en los que se da una pésima atención al cliente?

Resulta aterrador este hecho. No tiene sentido. La excelencia ha de estar presente en cada detalle del restaurante. En marketing hablamos de experiencia de compra, en este caso la experiencia de compra está basada en deleitar a todos los sentidos del visitante y fundamentada en un tu a tu cercano, adecuado, empático y amable.

2. Provocar la repetición de compra o al menos la prescripción

Si hemos hecho bien el punto anterior, este punto será una consecuencia directa del mismo. La lógica hace que cuando vivimos una experiencia maravillosa queramos repetirla o hacer que aquellas personas a las que estimamos puedan vivirla también (por tanto, lo recomendamos).

3. Un lugar encantador, un entorno acogedor

El contexto del restaurante es otra variable determinante para el comensal, un entorno cálido y agradable se antoja fundamental. La comodidad no ha de ser solo física, sino visual. Aquí nuestros sentidos también juegan un rol preciso y lo visual, lo auditivo, lo táctil y lo auditivo van a maximizar o minimizar al rey sensorial de un restaurante: el gusto.

4. Un gran y sorprendente arranque

El primer impacto, la primera impresión es fundamental en casi todo en nuestra vida. No lo es menos en un restaurante. Este hecho marcará el devenir de los acontecimientos, generará las expectativas y provocará el deseo del comensal en repetir, recomendar o pensar que el lugar no ha estado a la altura.

5. Un gran y sorprendente final

Una chica muy sabia, Aida Pardo, siempre me lo ha dicho: una buena experiencia gastronómica se convierte en extraordinaria si el postre marca la diferencia. El cierre es muy importante, es vital, es lo que marcará el último recuerdo de la experiencia. Y, desgraciadamente, en muchos restaurantes no se le da importancia alguna a este concepto.

No he dicho nada que no esté basado en el sentido común, ¿cierto? Ahora, toca pensar.

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