Branding: marcas mutantes versus marcas atemporales

Hoy vamos a hablar sobre dos puntos de vista dentro del mundo del branding: marcas mutantes versus marcas atemporales.

En esta ocasión iremos a los extremos, por una parte a marcas que pueden tener constantes mutaciones y cambios en función de diferentes motivos y por otra parte de marcas que durante toda su existencia permanecen inmutables o casi, eso si, realizando sutiles cambios o adaptaciones al momento en el que conviven.

Empezando por las marcas mutantes, podemos indicar que su principal característica es su componente dinámico, es decir, que presentan una imagen gráfica con diferentes elementos que varían.

Eso sí, dichas variaciones han de estar fundamentadas en un criterio estratégico para que todo adquiera sentido.

En un post anterior hablamos sobre las marcas dinámicas en el nuevo marketing, citando el ejemplo de la renovación de Google y la aplicación de efectos dinámicos muy interesantes en su nueva composición.

Branding: marcas mutantes versus marcas atemporales
Branding: marcas mutantes versus marcas atemporales

Branding: marcas mutantes versus marcas atemporales

Buscando ejemplos de marcas mutantes en la red he encontrado este que es interesantísimo sobre identidad gráfica de la Casa da Música de Portugal, que varía en función de las perspectivas de la arquitectura del edificio que la alberga.

Este tipo de dinamismo es bastante comedido, es decir, la mutación se enmarca dentro de una coherencia que hace que no se pierda la esencia de la marca, aunque el riesgo existe.

Lo importante es que si nos decidimos por una marca mutante, dichas mutaciones posean un por qué y sean motivo de refuerzo de la actividad principal de la propia marca o de su característica diferencial o ventaja competitiva.

Por su parte, las marcas atemporales muestran durante su trayectoria una identidad muy sólida, lo que no significa que no apliquen cambios en función de la etapa temporal en la que se encuentran.

Obviamente, plantear procesos de rebranding es necesario, pero ello no tiene por qué generar cambios drásticos ni dramáticos, sino adaptaciones coherentes a cada momento. Un ejemplo muy conocido y típico es el de Shell. Otro puede ser Coca Cola.

Photo credit: otherfocus

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