El caos como detonante de la creatividad puede ser uno de nuestros grandes aliados. Aunque aparentemente podamos pensar que para iniciar un reto creativo necesitamos el control de la situación y un orden concreto de los pasos a seguir, te garantizo que de un estado de caos se pueden sacar propuestas inesperadas.
De un estado de caos solo puede salir creatividad en estado puro. Del desorden más absoluto se provocan las más imprevisibles soluciones creativas.
Aquí puede producirse un hecho muy relevante que dispara todavía más el potencial creativo: el efecto mariposa. Hablamos de situaciones en las que dadas unas condiciones iniciales de un determinado sistema de caos, suelen producirse evoluciones diferentes a las esperadas.
El simple pero bello aleteo de una mariposa al otro lado del mundo es capaz de generar un auténtico vendaval al otro lado
A esto se le denomina influencia sutil. Todo nos afectará, incluso los estados de ánimo del grupo que va a enfrentarse al reto creativo, pues lo positivo y lo negativo son dos fuerzas contrapuestas capaces de decantar los resultados a un lado u otro.
Todos influimos en todos y todo influye en todo. Lo que proyectamos y lo que percibimos cada uno de nosotros juega un papel trascendental en cualquier tipo de proceso. Debemos de tenerlo muy en cuenta.
El caos es una situación en la que predomina el azar, y este azar es una de las mayores fuentes de creatividad. Hay quien afirma que el propio caos no existe, sino que existen diferentes modos de orden y desorden.
Particularmente, a la hora de resolver un reto creativo me gusta mucho más si el escenario mantiene un desorden manifiesto. Al principio puede parecer que esto dificultará la salida de soluciones, pero pienso que ocurre al contrario, incluso podemos quedar desbordados por la gran cantidad de opciones surgidas.
Photo credit: Nicole Quevillon