Cómo se comporta el cerebro al enamorarse

Hola! Hoy me apetece hablar un poco acerca del comportamiento que tenemos los seres humanos cuando nos enamoramos. Mi pregunta es ¿es posible trasladar el amor que podemos sentir por un ser humano al amor por una marca? Vamos intentar ir acercándonos a conocer cómo se comporta el cerebro al enamorarse.

Para ello ntentaremos primero posicionarnos mentalmente a alguna situación que recordemos en la que hayamos podido estar enamorados de alguien e intentar revivir esas percepciones y emociones que pudimos sentir en aquel tiempo, sobre todo al comienzo, que es cuando el sentimiento se pronuncia con una mayor intensidad.

Según los expertos, se producen dos fases bien diferenciadas. En la primera de ellas se produce la liberación de una gran cantidad de dopamina, potente neurotransmisor del que ya hemos hablado en otras ocasiones en este blog y en esta sección de neuromarketing. La dopamina es capaz de generar en nuestro cuerpo una sensación de euforia inusitada que provoca una alta sensación de placer y bienestar.

Otro componente que se libera es una conocida hormona llamada cortisol. Esta secreción está fundamentada en el incremento de los niveles de ansiedad y estrés que sufre la persona enamorada. Como curiosidad, en las mujeres además se incrementan los niveles de otra hormona, la testosterona, mientras que en los hombres  estos niveles descienden.

Todos estos cambios provocan que el cerebro sufra un impacto similar al que podría provocar una droga, ya que los circuitos que se ven afectados son realmente los mismos, salvando todas las distancias, claro.

¿Qué ocurre ahí adentro cuando nos enamoramos?
¿Qué ocurre ahí adentro cuando nos enamoramos?

En la segunda de las fases aparecen otras dos hormonas de relevancia, como la vasopresina y la oxitocina, ésta última más conocida como la molécula de la felicidad. Ambas provocan la generación de afecto entre los individuos y el establecimiento de la confianza, que puede derivar en cierta estabilidad.

Ambas hormonas serán las responsables de que a largo plazo se mantenga el grado de compatibilidad entre los miembros de la pareja a pesar del paso del tiempo, siempre que la afinidad entre ellos también se mantenga.

Como no soy ningún científico ni experto en la materia, pido disculpas si algo no está bien explicado o no es del todo correcto

Solo pretendo establecer algunas curiosidades del mecanismos entre personas para hacernos pensar en si esto puede ocurrir entre marca y consumidor.

Mi duda es si somo capaces de enamorarnos de una marca y sufrimos algún proceso parecido al que acabamos de plantear. Me encantaría comprobar si nuestras pupilas se dilatan, si también nuestras neuronas necesitan una mayor cantidad de oxigeno y si se incrementa la intensidad de las nuestras conexiones neuronales.

Para ir abriendo boca, os recomiendo este maravilloso artículo de la Universidad de Navarra llamado ¿Cómo funciona un cerebro enamorado?

Seguimos indagando!

Photo credit: Bluemag

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