Constantemente en nuestro mundo marketero estamos hablando de innovación. Un concepto que anhelamos para llegar a sorprender al consumidor y diferenciarnos. Podemos alcanzarla por medio de diversos caminos, seguramente a través de la creatividad (que como sabes es la madre de la innovación), pero otra cosas es que en la empresa y a nivel de decisiones estratégicas nos acepten la innovación que hayamos provocado. Por ello, vamos a hablar de algunas importantes condiciones para aceptar la innovación en la empresa.
A continuación vamos a citar 5 aspectos fundamentales:
Grado de relevancia de la innovación
El efecto provocado por la innovación ha de tener una notable entidad. Esto es obvio, dicho de otra manera si no realizamos un cambio notable mejor nos quedamos como estamos. La relevancia ha de ser lo más tangible posible y su notoriedad debe percibirse a todos los niveles.
Aporte de ventajas claras y tangibles
Los beneficios potenciales deben de ser superiores a los aportados por otras posibilidades disponibles, es decir, la innovación debe ser la mejor de las opciones con diferencia y debe tener un carácter decisivo y tangible.
Provocación de dinamismo
El cambio provocado por la innovación debe crear un estado de oportunidad e inquietud en el público objetivo, a la hora de la toma de decisiones de compra o al menos de recomendación clara.
Identificación inequívoca con la marca
La propuesta de innovación debe tener una relación perfecta con nuestro concepto de marca, es decir, lo novedoso que aporte no debe alejarse drásticamente de la esencia que poseemos como marca.
Control del riesgo adoptado
Debe de resultar fácil tomar la decisión de implantar la innovación y ponerla en marcha con alta probabilidad de alcanzar los objetivos previstos.
Para completar este post sobre innovación puedes consultar estos dos anteriores: Innovación sin comunicación no es innovación y Los asesinos de la creatividad y las ideas.
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