Hoy quiero hablaros sobre el concepto zombie en la creatividad de productos y servicios, una herramienta que me encanta por su tremenda versatilidad.
Como bien sabemos, un zombie es la representación de un cadáver que de una u otra manera puede resucitar o volver a la vida.
El concepto es tan irracional, que en realidad no hace dudar de su posible existencia, aunque estemos inicialmente seguros de que no existen.
Siempre que trato en mis clases de master sobre creatividad, el zombie es uno de mis clásicos y considero que es una de las representaciones más brutales para ser creativo, pues hablar de un muerto viviente es lo más.
¿Está muerto o está vivo? o ¿está muerto y está vivo?. Esta dualidad, me parece tan llamativa y da tanto juego que pensar en ello para aplicar a la creatividad de productos y servicios me parece una opción maravillosa.
Este aspecto bipolar del zombie nos da para mucho y me recuerda la fantástica y productiva técnica de marketing lateral denominada inversión.
El que un producto o servicio pueda mutar de un estado a su estado opuesto ofrece, sin duda, una llamada a la acción tremendamente potente para ese tipo de público que busca novedades constantes.
Pensar en su usabilidad, por ejemplo, es una opción interesante. Si el producto o servicio es para el día, ¿por qué no pensar en cómo mutarlo para que también sirva de noche?
A partir de este planteamiento, podemos dar soluciones llamativas. ¿Qué tal un bolso de día reversible para su uso por la noche? O, ¿qué tal unos zapatos para la noche que puedan mutar para el día?
Ambos ejemplos ya existen en el mercado y se han fundamentado en este tipo de planteamiento. Cuando hablamos de zombies en creatividad, no lo hacemos por el aspecto propio de estos personajes, sino por su esencia dual que puede hacernos dar con ideas realmente impactantes.
Ahora te toca a tí pensar si esto tiene sentido y si lo tiene, atreverte.
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