El pasado jueves estaba trabajando con mis alumnos de la Maestría de Mercadeo de la Institución Universitaria Esumer de Medellín, Colombia, dentro del Módulo de Gestión de Marca que tengo el privilegio de impartir y volví a ser consciente sobre el impacto de los atributos de marca cuando estos están bien claros y definidos.
En concreto cuando uno de ellos destaca sobremanera en el resto, como atributo principal, dejando claramente un impacto de recuerdo que perdura en el tiempo en su enfoque de mercado hacia el consumidor.
Un caso de atributos de marca perfecto: Duracell
La marca tiene como principal atributo de marca la duración, la durabilidad. Si pensamos en Duracell la asociación inmediata que alcanzamos es durabilidad. Dura y dura.
Aparte de reflejarlo a la perfección en su naming de marca formando parte de su logotipo, su comunicación siempre ha seguido el mismo tono y estrategia, ampliando más si cabe su proyección de atributo de duración.
Su contexto de marca siempre se encamina hacia esa diferenciación en cuanto a la durabilidad respecto a sus competidores, mostrando una superioridad impecable e implacable que justifica su diferencia de precio. Adquiere de esa manera sentido que si apostamos por la marca es porque de verdad cumple con esa promesa que enfatiza con su atributo principal.
Hablábamos en la clase, que resultó ser muy nutritiva (en Esumer siempre lo son y mucho) de qué marcas pueden permitirse el lujo de alcanzar este nivel de posicionamiento tan específico, tan poderoso y tan difícil de alcanzar. Qué buen debate. Qué dificultades encontramos para determinar esas marcas, pues no es tan fácil alcanzar ese lugar en el mercado, en un entorno tan competitivo como el actual y frente a unos consumidores tan dinámicos y cambiantes como los que nos encontramos ahora.
Photo credit: Duracell
