El Principito y su magia aplicada al marketing (13)

Capítulo 12 de un libro maravilloso. Corto, intenso, provocador. Así es cada uno de estos capítulos. Hablemos sobre El Principito y su magia aplicada al marketing (13).

Aparece una figura sorprendente, que dentro de lo simple de sus actos encierra una enigmática forma de cómo el ser humano se comporta a veces. El bebedor, en un brevísimo capítulo, nos deja otra gran enseñanza.

Ante las preguntas de El Principito, el bebedor dice en resumen: Bebo. Bebo para olvidar. Bebo para olvidar que tengo vergüenza. Bebo para olvidar que tengo vergüenza de beber.

Ciertamente esto me recuerda, una vez más, al pensamiento lateral. Analizar la última frase es contundente: bebo para olvidar que tengo vergüenza de beber. ¿Cómo interpretar algo que empieza y acaba por el mismo acto?

El Principito y su magia aplicada al marketing (13)
El Principito y su magia aplicada al marketing (13)

Si usamos el pensamiento deductivo no llegaremos a entender nada de lo que la frase esconde

Es momento de usar el pensamiento inductivo, ese que precisamente es el protagonista en las técnicas de creatividad basadas en el pensamiento lateral, como por ejemplo el marketing lateral.

Cuando tenemos un problema, es muy probable que busquemos una excusa alternativa a la que echemos la culpa. A partir de ahí buscaremos las justificaciones necesarias para olvidar el problema real y enfocarnos en nimiedades del nuevo escenario creado.

Esto ocurre mucho en la empresa. Cometemos errores, muchos de ellos originados por tomas de decisiones no basadas en un buen enfoque de marketing. Igualmente, en estos casos, buscaremos esas excusas que puedan ayudarnos a justificar el error.

El verdadero problema es que nuestro tiempo avanza muy deprisa y que la presión competidora no perdona, es demasiado potente. Buscar excusas, rizar el rizo, buscar tres pies al gato (llámalo como quieras) es contraproducente.

Sabiendo esto, podemos intentar evitarlo. Mejor beber para celebrar que beber para olvidar, en este caso. Y si has de beber para olvidar, que sea aprovechando un momento especial junto a alguien especial (tu equipo, por ejemplo).

Olvidar, eso si, de forma momentánea y moderada, puesto que si queremos ser competitivos no hay mucho tiempo para el respiro.

Photo credit: latorredebabel

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