Hoy arranco una serie de 12 post dedicada al modelo de este autor británico, comenzando por este post titulado Las seis emociones primarias de Dylan Evans: Alegría.
Como ya vimos en este post anterior, Modelos emocionales: Las seis emociones primarias, para sentir cualquiera de estos seis estados emocionales primarios no es necesario necesitemos de cualquier otra, es decir, son emociones que podemos sentir por nosotros mismos.
Me encanta plantear estos doce estados emocionales cuando vamos a enfocar un proyecto de trabajo, sobre todo para intentar a partir de ellos desarrollar estrategias de marketing realmente efectivas e impactantes.
Empecemos por el primero de ellos, que no es ni más ni menos que la alegría, que etimológicamente deriva del latín, concretamente de los términos alicer o alecris.
Entendemos por alegría aquel sentimiento grato y vivo que solemos manifestar con signos exteriores, es decir, con palabras, gestos o actos con que los que queremos mostrar sensación de júbilo.
Ese estado interior de bienestar promueve altos niveles de energía y algo tremendamente importante, sobre todo en los tiempos en los que vivimos: una poderosa predisposición.
La alegría es un sentimiento que se contagia y que puede aportarnos un alto valor constructivo si como marcas somos capaces de llevar este estado a nuestro público objetivo.
Para ello, es fundamental pensar de qué forma podemos aportar dosis de felicidad o bien, de qué forma nuestra marca puede ayudar a que algunos consumidores hagan felices a otros gracias a ella.
Otro interesantísimo planteamiento, que representa a una variante, sería generar un enfoque para mitigar un efecto causado por el estado emocional contrapuesto, es decir, la tristeza (que veremos en el siguiente post).
Es decir, detectando el insight de un escenario de tristeza, nuestra marca podría plantear la manera de dar una propuesta positiva en un entorno negativo.
Photo credit: freepik