Quiero hablaros de esta secuencia que tanto me ayuda a pensar en diferentes acciones a desarrollar dentro de mi mundo marketero: La secuencia mágica: Estímulo, emoción, decisión y recuerdo.
¿Qué es un estímulo? Un estímulo es una señal externa o interna capaz de provocar una reacción en nuestra persona. El estímulo puede venir a través de cualquiera de nuestros cinco sentidos (vista, olfato, tacto, oído y gusto), aunque ya sabes que opino que tenemos muchos más sentidos que estos 5.
Una emoción será la respuesta a un estímulo, pudiendo ser positiva o negativa
Las emociones se catalogan como reacciones psicofisiológicas que se adaptan a ciertos estímulos cuando percibimos un objeto, una persona, un lugar, un suceso o un recuerdo relevante.
En función de las emociones, las personas tomamos decisiones. Muchas veces tomamos decisiones incoherentes o no esperadas, siendo ello resultado de un posible impacto emocional. Esto hace que dejemos la parte racional a un lado para que la parte irracional de nuestro ser sea quien adquiera el protagonismo. Hay una frase que me encanta y que engloba mucha sabiduría: la vida es cuestión de decisiones. Es una gran verdad.
Es en este momento donde te recomiendo enlazar con un post anterior, que te dará más información sobre este nexo emocional y decisivo: Cada decisión se toma respecto a una emoción.
Por último, el resultado final, aquello a lo que aspiran todas las marcas que marcan. Aquello que queda profundamente grabado en nuestra mente y en nuestro corazón como consumidores. Eso que nos hace reaccionar en sucesivos momentos cuando estamos frente a una marca que nos estimuló, nos emocionó y provocó en nosotros una toma de decisión: el recuerdo.
Recordar para volver a comprar la marca, interactuar con ella, hablar sobre ella o simplemente recomendarla a otros. Sin esta secuencia (estímulo, emoción, decisión y recuerdo) ello no sería posible. Lo dicho, algo imprescindible en mi manera de hacer, espero que te pueda servir.
Photo credit: topit