Decimosexto post de la serie dedicada a Frases de Mark Twain enfocadas al marketing (16). En esta ocasión, la frase que he seleccionado es:
«Siempre que prometes que no harás algo terminarás con ganas de hacerlo»
Mucho cuidado con aquello que prometes no hacer, porque verdaderamente es muy probable que seas tentado por ello. Es como una máxima no escrita, un hecho que flota en nuestro entorno y que se vuelve cual boomerang cuando menos lo esperamos.
Para un momento a pensar y recuerda si esto le ha ocurrido a alguien que conoces, o siquiera a ti mismo. Estoy seguro de que si.
Quizás cuando prometemos algo, en ese momento de la verdad, no somos conscientes de que estamos creando internamente el embrión del deseo por hacerlo. Como ya hablamos en esta serie de post dedicados a Mark Twain y en otros post de este blog, la prohibición es tremendamente tentadora.
Ten en cuenta una cosa sobre las promesas, sobre todo si trabajas para una marca. Desde que sellamos dicha promesa, un espacio de nuestra mente va a almacenar esa consideración y la vida misma y su constante devenir hará que tarde o tempranos nos encontremos de bruces frente a una situación en la que quizás romper esa promesa sea factible.
Como leí hace poco por la red, «Prometer, es empeñar el futuro, desear, es no vivir el presente«. La promesa marca un camino que por su naturaleza nos hará desear parcial o totalmente aquel otro camino que no hemos elegido. Desear, posiblemente de forma inconsciente, hará que no sepamos aprovechar de la mejor manera posible el momento actual.
Antes de prometer, reflexiona. Piensa si esa promesa es necesaria, si posee alguna variante o condicionante y, en caso de ser estrictamente obligatoria analiza cuáles pueden ser los posibles efectos secundarios de llevarla a cabo.
Photo credit: Ngan Trinh
