En los últimos meses he tenido la oportunidad y la suerte de participar en diferentes eventos en los que he hablado sobre Internet y su extraordinaria e impactante influencia social.
Primero en el Observatorio de Comunicación en Cambio de la Universidad de Alicante, después en el Espacio Àgora Alcoi, con la Jornada Internet lo Cambia Todo y finalmente de nuevo en dicho espacio con otra Jornada sobre Marketing Online.
En todas estas ocasiones he destacado lo que para mí representa y supone Internet: simplemente algo maravilloso, simplemente algo revolucionario, simplemente un Príncipe Azul que nos da algo que nos convierte en la generación mejor comunicada de la historia.
Llegó de súbito, nos fuimos adaptando a él, y hoy podemos ver con tremenda curiosidad cómo estamos ante un momento único, donde conviven los nativos digitales por un extremo (cuyo conocimiento de la herramienta es intuitivo e innato) y las personas de mayor edad que ven con asombro las increíbles posibilidades que Internet nos aporta y quieren recuperar el tiempo perdido, pues ellos llega ahora esta revolución.
¿Vaya contraste no? En las Jornadas que comentaba al inicio, repetí que la situación que vivimos hoy me recuerda y mucho a esa maravillosa película llamada «El curioso caso de Benjamin Button«, donde la vida transcurre al revés para este personaje.
Mayores que quieren regresar hacia atrás y aspiran a ser esos niños y niños con capacidades de adultos gracias a su adaptación desde el minuto cero a un mundo digital
A diario pienso mucho en esto y me encanta imaginar miles de situaciones dentro de este planteamiento. Efectivamente, Internet lo cambia todo.
Internet, esa excepcional herramienta capaz de plantearnos este contraste, es también capaz de hacer nacer nuevos lenguajes y formas de comunicarnos, que a su vez provocan un todavía mayor contraste entre generaciones.
La inmediatez que provoca Internet y la movilidad (gracias a los dispositivos móviles de última generación con los que convivimos las 24 horas) generan espacios propios en los que el aquí y ahora predomina, generando una velocidad de cambio a todos los niveles a la que las marcas todavía no están acostumbradas. Una vez más, Internet lo cambia todo.
Siempre digo que las marcas hoy están obligadas a entender y comprender cómo hablan y cómo se comunican las generaciones que vienen, y ser muy conscientes de la velocidad de cambio a la que vienen.
Fenómenos como el «ola k ase» y su rápida e inimaginable viralidad global son un buen ejemplo de lo que está ocurriendo.
Las marcas no deben pasar por alto este tipo de sucesos, pues son señales inequívocas de las tendencias que conviven ya con nosotros y de los complejos caminos que se abren en la relación con los consumidores que vienen.
Somos unos privilegiados, os lo aseguro. Lo se porque cuando imagino cómo hubiera sido la vida de personajes históricos como Cleopatra, Napoleón, Einstein o Newton si hubieran tenido Internet… no doy crédito!
Internet y su influencia social resulta fundamental actúes como marca o actúes como usuario o consumidor. Por favor, te pido que lo aproveches! Aquí y ahora! Cambia el mundo, cambia tu mundo, cámbialo todo!
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