Ya tenía ganas de volver a esta serie de post dedicada a un concepto que me encanta: La creatividad en el mundo del vino (7).
En esta ocasión, he descubierto algunos vinos con ese componente creativo que representa un estímulo fantástico enfocado a los nuevos consumidores de este producto.
Como primer ejemplo, os traigo esta maravilla conceptual llamada Rasurado, un vino de Bodegas y Viñedos Arranz-Argote, perteneciente a la D.O. Rioja.
Como cuentan en la web de los creadores gráficos de este vino, Moruba, se trata un vino que se inspira en una fábula en la que un barbero de un pueblo vinícola elabora de noche su propio vino, con su saber hacer, ese que ha ido interpretando a través del tiempo afeitando a muchos viticultores.
Me encanta el concepto, no puede ser más bonito, basado en la nostalgia con un elemento indiscutiblemente reconocible y clásico, al que se le dota de un diseño transgresor y contemporáneo. Fantástico!
Otra maravilla conceptual es Moments, de Vinya Janine, perteneciente a la D.O. Tarragona Su diseño, creado por Espainu es un clarísimo ejemplo de la filosofía «menos es más«, que además te da la maravillosa oportunidad de personalizar el mensaje si vas a regalar la botella a alguien. Solo por este detalle ya me parece un producto majestuoso.
Este es otro motivo para que el consumidor pueda elegir comprar ese vino y no otro, incluso sin plantearse si es vino es mejor que otros. No dudo ni por un instante de que el vino no sea bueno, incluso la calidad percibida que me transmite el concepto dispara mis expectativas.
Qué sencillo es, a la vez que qué difícil es. Necesitamos atrevimiento, el consumidor ya sabe que los vinos, a estas alturas, son excelentes, pero debemos impactar emocionalmente ante la tremenda oferta que dispone.
Aquí tenéis dos buenísimos ejemplos para ello. Además, os garantizo que ambos son deliciosos.