Un tema al que le doy muchas pero que muchas vueltas. Cuando me refiero a las marcas de ámbito local quiero identificar a aquellos comercios que todos tenemos a nuestro alrededor, que operan en un ámbito de proximidad, pero que no por ello deben de descuidar su imagen de marca.
Lógicamente es complicado hablar de branding para los comercios, pues por su tamaño, por sus posibilidades de inversión, por sus necesidades primarias y otras dificultades la marca queda relegada casi siempre a un segundo plano.
Pero qué importante es cuidar a tu marca, incluso siendo un comercio. No hay más que pensar como consumidores para darnos cuenta en qué lugares entraríamos y en cuáles no tan solo al ver el rótulo del establecimiento.
Una buena marca, bien definida y construida, es imagen
La imagen provoca que el consumidor se sienta atraído, al menos a entrar en el comercio. Y eso son también euros. Está claro que al plantearte como comercio una inversión inicial en marca el hecho de tener otras inversiones aparentemente «más importantes» que realizar en ese momento hace que posterguemos este tema o simplemente que lo apartemos de nuestra vista y prioridades.
Haz la prueba: date una vuelta, con tu rol de consumidor, por zonas de tu ciudad y piensa en qué comercio te sentirías atraído a entrar tan solo por su imagen de marca, te guste o no su producto o servicio. Te aseguro que tu mismo te sorprenderás y descubrirás aspectos que no podrás ni creer.
Hay comercios dignos de alabar en este sentido, que apuestan por crear una marca, defenderla y basar su esencia en su significado. La marca es un intangible demasiado valioso y ser pequeño no significa renunciar a algo grande.
Necesitamos que creer en la marca, apostar por ella y basar en ella lo que somos como comercio. Aunque hay comercios que descuidan totalmente este aspectos o lo obvian al límite y, curiosamente, les va muy bien (este hecho daría para otro post).
Photo credit: reclusive-genius