Lección de mis sobrinas: estrategia y táctica

Hoy estaba recordando una grandísima anécdota que me ocurrió en un día de Halloween de hace unos pocos años, cuando aprendí una enorme lección de mis sobrinas: estrategia y táctica.

Corría el 31 de octubre, en la tarde, y me encontré con Leire y Lucía, de por entonces 4 y 8 años respectivamente. De Lucía ya os he hablado alguna otra vez, es mi sobrina mayor y quien participó conmigo y con el Hombre Internet en la I Edición de Internet Cambia Todo en Alcoy.

Dos talentos que tienen todo por delante y que ya me han demostrado cosas como ésta. Coincidimos en el inicio de la principal avenida comercial de nuestra ciudad, venían ataviadas con sus trajes de bruja y con una calabaza de plástico típica de la festividad de Halloween, vacía en su interior, con una tapadera.

Mi curiosidad hizo que preguntara a ambas qué pretendían hacer con la calabaza. La respuesta me llenó de asombro, estusiasmo y a la vez claridad acerca de cómo ven ellas el mundo. Fue entonces cuando entendí a la perfección algo que yo intento transmitir siempre en mi primera clase del Máster en Dirección de Marketing y Comunicación Empresarial (MACOM) en la Universidad Politécnica de Valencia: la diferencia entre estrategia y táctica (u operativa), dentro de los procesos de marketing.

Lucía y Leire saben un rato de estrategia
Lucía y Leire saben un rato de estrategia

Estrategia, el qué quiero conseguir (largo plazo). Táctica, el cómo lo voy a conseguir (corto plazo)

Ellas me dijeron el qué y el cómo.

El qué: «tío, ahora tenemos nuestra calabaza vacía, pero cuando hayamos recorrido la avenida hasta el final la tendremos llena a rebosar de golosinas».

El cómo: «para ello, entraremos a todas y cada una de las tiendas, iremos directamente a quien nos atienda esté ocupado o no, y le diremos «truco o trato», así conseguiremos que la mayoría de ellos nos de algo».

Tan sencillo, tan difícil. Tan increíble, tan brutal. Ellas no tenían el NO en su cabeza, simplemente contaban con un plan con un objetivo perfectamente definido (estrategia) y una acción también perfectamente definida. Me pareció en ese momento haber aprendido más que en 5 años de carrera de económicas.

Hasta contaban en su plan de acción con algo que ya quisieran muchas marcas: el «pull» (tenían suficiente tirón, al ser tan adorables e ir con el disfraz, cosa que enfatizaba el aspecto emocional) y el «push» (la frase «truco o trato» es lo suficientemente directa y conocida como para ser una punta de lanza en la parte funcional).

Espero que os haya gustado tanto como a mi. Enormes estas dos!

Photo credit: Francisco Torreblanca 

2 comentarios

  1. Qué bueno amigo. Si algo te admiro es la capacidad de hacer simple lo complejo. Así mismo de trasmitir con la experiencia emocional para entender temas que a veces sólo se llenan de palabras. Me encanta la manera como escribes, tus posts son un gran regalo cada día. ¡Qué lindas y sabias tus sobrinas! En la vida adulta no deberíamos perder el asombro y la seguridad de los niños en sus decisiones. ¡Nos seguimos leyendo!

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