Lo que hiciste ayer ya pasó, permanece atento

La inmediatez, la exigencia, la alta competitividad, el ahora,… el mundo cambió, tu mundo ha cambiado. No me canso de insistir. Lo que hiciste ayer ya pasó, permanece atento.

Recuerdo como cuando me estaba formando en este mundo del marketing veía a profesionales vivir de éxitos pasados durante mucho tiempo. Antes les servía, ahora ni de coña.

Cada día, sobre todo en mi campo del marketing, la velocidad genera olvido, quizás hasta indiferencia en el mañana, porque no vale absolutamente de nada lo que llegaste a lograr antes. La exigencia es máxima, exagerada, a veces injusta… pero precisamente la justicia es tan intangible como el propio marketing.

Me gusta poner como ejemplo el de los entrenadores de fútbol, que partido a partido se juegan el pellejo, muchas veces de manera injusta porque no son los responsables directos de lo que suceda. Siempre están contra las cuerdas, incluso aún habiendo ganado dos ligas el año anterior. Qué más da. Eso ya pasó, permanece atento!

El presente es duro, el futuro incierto, el pasado… simplemente de qué sirve

Para mí es un punto de partida vital que me hace estar despierto cada segundo, que me genera un estado de alerta agobiante y desgastador, pero que me aporta un motor fundamental para seguir pensando que está todo por hacer.

Lo que quiero expresarte es que para ti, a nivel interno, lo que hiciste te ayuda y te avala contigo mismo. Pero si pretendes que eso sea tu carta de presentación de cara al exterior será peligroso. Recuerda que el tiempo, no pierde el tiempo.

Buscar argumentos para superarte te hará ser consciente del presente, de la actuales reglas del juego, de las dificultades pero también de las oportunidades. La exigencia contigo mismo va camino de convertirse en una herramienta estratégica de inusitada importancia.

No tienes por qué hacerme caso. Tampoco tienes por qué no hacerlo. Seguimos!

Photo credit: Andycoldicott