Estoy muy contento porque hoy llega el vigesimocuarto #GuestBlogger, Lisandro Caravaca. Un grandísimo amigo del que ya os hablé en la sección personas únicas y una de esas mentes inquietas que tanto me gustan, que nos trae este post, Marketing religioso: la fe en comunidades online.
Lisandro es Director de Comunicación y Social Media Manager en tuAppbogado, su recién estrenado proyecto, además de Director y Fundador de otras dos empresas: Eduskopia y Sportsphilia. Es blogger apasionado, knowmad y emprendedor social.
Os dejo con su post, a disfrutarlo!
Marketing religioso: la fe en comunidades online
Para empezar quisiera confesar que es un honor ser #GuestBlogger del blog de Fran. Fran y yo somos amigos desde 2013 y acostumbramos a compartir información sobre comunicación y otros asuntos. Hablando, hace un tiempo, le comenté que me llamaba mucho la atención el tema del “marketing religioso” y me invitó a escribir este texto que comparto con vosotros.
Últimamente, y a pesar de estar alejadísimo del tema, reconozco que estoy empezando a sentir cierta admiración por el impresionante trabajo de comunicación y marketing digital que realiza la Comunidad religiosa. Mi interés comenzó cuando conocí hace un tiempo a un desarrollador web en Valladolid que formaba y creaba estrategias de comunicación online para una Orden religiosa de monjas.
Por aquel entonces había posicionado “milagrosamente” su canal de vídeos en Youtube (ver aquí) entre los primeros resultados cuando tecleabas la palabra “Valladolid” en la conocida red social. Yo no me lo podía creer.
Algunos ejemplos
Casi al mismo tiempo conocí el relato de Gustavo Entrala en su conferencia del Congreso iRedes donde habló sobre la digitalización de la Iglesia Católica y sobre todo explicó cómo llegó a Twitter el Papa Benedicto XVI, todo un hito revolucionario para los que trabajamos en el sector.
Así, hay muy buenos ejemplos que acercan la Religión al resto de la sociedad como es la buena labor del Papa Francisco, reconocida por casi todos. También está la Jornada Mundial de la Juventud celebrada en agosto de 2011, en Madrid, que también sirvió de impulso para la causa religiosa.
Uno de los ejemplos más llamativos es el de Sor Lucía Caram, monja dominica contemplativa argentina afincada en Cataluña que apoya la educación, publica libros, da conferencias y tiene 181.000 seguidores en Twitter. El año pasado el mundo alucinó con Sor Cristina, ganadora del concurso La Voz en Italia.. Mi madre dice que el marketing no es nada nuevo, y ahora empiezo a entender por qué. Estas monjas son la “leche” (aunque aún no conozcan a la Vaca Sinaia).
La celebración de las misas online ya es un juego de niños comparado con las apps móviles como “Rezar en el Metro” que tiene más de 1 millón de descargas, iMisa o “¡Hola Jesús! Rezar con los niños”, que permite a padres y educadores enseñar a orar a los más pequeños de una manera diferente, dinámica e interactiva.
Marketing religioso
El marketing no es otra cosa que una herramienta de comunicación para conseguir unos objetivos: ya sea que se rece más, tener más vocaciones o salir en los primeros resultados de Google con contenidos (y también con alguna ayuda de un experto en posicionamiento en buscadores, SEO).
Prueba de ello son los portales Busco algo más o la labor de “Sor Youtube”, una monja de clausura en Segovia que grabó un vídeo con la ayuda de su sobrino y consiguió más de 74.000 reproducciones y más de 250 consultas para vocaciones religiosas.
Las monjas, como hemos visto, emplean las redes sociales como canales de promoción y también tienen sus estrategias y campañas creativas como la de probar 15 días en un convento de clausura para combatir la crisis de vocaciones: lo que viene siendo un modelo de suscripción “freemium” en toda regla.
Como en toda estrategia de marketing, todo esto no saldría adelante sin los contenidos, la creatividad, el contexto y la distribución adecuados. Bien es cierto que algunos parten con ventaja pues tienen una comunidad fuerte ya creada que les permite tener éxito adecuando el mensaje (por todos conocido) a los medios propios de la actualidad. Digamos que no hay demasiada innovación que hacer.
¡Hasta la próxima! Nos leemos también en www.lisandrocaravaca.es
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