Mensajes retadores que causan el efecto contrario

En esta ocasión quiero hablaros de mensajes retadores que causan el efecto contrario. Cuando gestionamos una marca y por extensión su marketing y comunicación, es interesante ponerte bajo el prisma del receptor de nuestros mensajes.

Hay ocasiones en la que creo que el tono no es el adecuado, seguramente no hay ninguna mala intención, pero eso no impide que cuidemos dicho tono en los mensajes.

Para explicarme mejor, os pondré varios ejemplos:

¿A qué esperas?

Cuantas veces vemos semanalmente este tipo de mensaje. Si lo pensamos bien, el consumidor no espera a nada ni a nadie. ¿Somos conscientes de la cantidad de oferta disponibles que tenemos los consumidores? Decir en un mensaje a qué esperas es ignorar las inquietudes reales del consumidor.

Date prisa

No deberíamos ordenar a nuestro público objetivo nada. A poco que cualquiera de nuestros competidores directos sea amable en su tono de comunicación podemos quedar en entredicho.

Mensajes retadores que causan el efecto contrario
Mensajes retadores que causan el efecto contrario

¿Te lo vas a perder?

Puede sonar a que nos toman por tontos, quizás más en la parte no consciente que en la consciente. Es interesante llevar cuidado con este tipo de mensajes.

Para mejorar esta manera de comunicarnos, podemos emplear otra terminología similar, trabajándola un poco más y no siendo tan conformistas.

Me refiero a usar estrategias como la unicidad, la incertidumbre, la sensación de escasez o la sensación de urgencia, pero pensando en no emitir una especie de orden, sino jugando verbalmente con las palabras.

Cómpralo ya

Este tipo de imperativos hace que salte nuestra señal de alarma interior y se active nuestro mecanismo de defensa. Por supuesto, no hay que generalizar, pero en algunas investigaciones propias he podido descubrir que por ese camino se mueve esta orden.

No nos gusta que nos ordenen y este tipo de mensajes de manera no consciente se asimilan a una orden, por lo que pueden suponer una barrera, generando el efecto contrario al pretendido de inicio.

Como decía, son solo pensamientos propios, podemos estar de acuerdo o no, pero no cuesta nada pensar cuando vamos a utilizar alguno de estos tipos de mensajes si podemos mejorarlo para generar una mejor relación con el consumidor.

Photo credit: vimeo

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