A veces es bueno pensar diferente. ¿No es eso lo que se comenta en el ámbito del marketing? ¿No nos están diciendo siempre que hay que diferenciarse? Por este motivo, hoy quiero hablar sobre por qué ir contracorriente como estrategia de marketing.
Si analizas un poco, todo está lleno de pequeñas o grandes burbujas. Si hablamos de marketing digital, todo el mundo habla de marketing digital (cuando el marketing es marketing y lo digital no es mas que un canal, importantísimo, pero tan solo un canal).
Si hablamos de coaching, podemos ver la cantidad de coach que aparecen de pronto sin apenas experiencia, pero con algún título representativo que parece justificar su desempeño.
Si hablamos de influencers, los tenemos a patadas, pero ¿realmente lo son?. Quizás cuando calificamos a alguien de influencer, precisamente por ello deja automáticamente de serlo.
Si hablamos de realidad virtual, pasa lo mismo. Si hablamos de neuromarketing, exactamente igual. Parece que cada nuevo enfoque de mercado tiene su boom, crece y se colapsa con una urgencia tremenda.
¿Nos dejamos llevar por la moda, por lo bien que suena, por su aparente hueco en el mercado, por que realmente nos gusta,…?
¿Qué pasaría si por un momento pensamos en ir contracorriente? Si la mayoría va de cabeza hacia un campo concreto y de moda, ¿qué pasaría si le damos una oportunidad a encontrar un hueco en el lugar del que todos huyen?
Nos hemos dejado el marketing original por el camino. Nos hemos dejado muchas cosas por el camino. Está claro que todo evoluciona, pero todo lo que evoluciona con un gran estallido puede que tenga un recorrido corto o, simplemente, que tenga un camino colapsado en el que competir sea una quimera.
Creo que podemos darle una oportunidad profesional a aquellas cosas que abandonamos por no considerarlas de última moda o por que creemos que en el futuro será lo que se demande.
No es una queja sobre todo lo nuevo (me encantan las novedades), sino una reflexión sobre si lo «viejo» o «esencial» ya no sirve.
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2 comentarios
Es un post que empuja a la reflexión. Creo que todo viene de lo esencial pero con evolución. Al fin y al cabo todo es estrategia. La vida evoluciona y nosotros con ella, pero sin dejar de lado los cimientos. Me ha gustado mucho el artículo. Un saludo.
Muchas gracias Carmen, me alegra recibir tu reflexión, saludos : )