Como hoy es domingo y pleno julio, vamos a hablar de una pequeña y entretenida historia: Por qué las mesas redondas nunca son redondas.
Muchas veces, como muchas otras personas, me he preguntado por qué las mesas redondas nunca son redondas. Según he consultado en Wikipedia, el origen del concepto de mesa redonda está en la leyenda del Rey Arturo, donde la Mesa Redonda o Tabla Redonda era una mesa mística de Camelot a cuyo alrededor el rey y sus caballeros tomaban asiento para discutir asuntos de vital importancia para la seguridad del reino.
Para ser que en la mesa redonda no hay ningún lugar de privilegio, por lo que ninguno de los presentes adquiere mayor notoriedad que otro, por tanto los caballeros que se reunían en ella eran todos iguales y no se destacaba claramente a ningún líder, aunque existen referencias que apuntan a que podía interpretarse la importancia de cada lugar ocupado en función de la cercanía que se tenía respecto al lugar ocupado por el rey.
Bueno, tras esta pequeña documentación, quien sabe si cierta o no, ya tenemos una primera referencia sobre el concepto de mesa redonda.
En todas las mesas redondas en las que he participado o asistido como público, nunca fue redonda
Obviamente, de cara al público sería una desfachatez no estar de frente. Me ha encantado esta parte de la historia descrita en los párrafos anteriores y que habla de que no existe un líder en esa mesa redonda, de que todos debaten asuntos de vital importancia, de que hablan de igual a igual entre ellos.
Esa debería ser la esencia de muchas cosas, incluso creo que el que el público participe activamente en las mesas redondas es lo más importante. El público es muchas veces quien merece el verdadero protagonismo por su imprevisible aportación, su riqueza discordante y perspectiva personal a la hora de participar y su calidez para dar sentido a la propia reunión de debate.
Así de breve, pero así de intenso. La mesa redonda debe ser una convivencia de realidades entre personas, de manera abierta y sincera. Se que suena romántico, pero es lo que me gusta pensar.
Photo credit: Wikipedia
