Seguimos con la serie de 6 post dedicados a un concepto fundamental como los tipos de posicionamiento en la estrategia de marketing: Competidor.
Para trabajar este tipo de posicionamiento hay que tener muy clara una cosa: la estrategia de marca será siempre la se seguidor del líder de la categoría de mercado.
Se trata de una forma de posicionar la marca de una empresa a través de la comparación directa de productos o servicios que lanza algún competidor de relevancia.
Dicha comparativa llega a veces al extremo, en función de la legislación vigente en cada mercado, cosa que hay que tener muy en cuenta y con alto conocimiento sobre los matices.
Según el mercado, se podrá citar expresamente a la marca competidora que se quiera seguir o no, con el objetivo final de intentar ubicar la marca en la mente del consumidor en una posición concreta respecto al líder.
Fijando un atributo o beneficio del competidor, la estrategia se basa en cuestionar dicho atributo o beneficio del mismo, para pasar a intentar demostrar que el ofrecido por la marca es mucho mejor o bien para cuestionar la eficacia que la marca competidora promete en dicha variable.
En este tipo de posicionamiento se suele hablar de ser «el segundo en el mercado«. Dualidades de este tipo hay muchísimas y muy conocidas de marcas que optan por esta opción en lugar de intentar lograr la posición de liderazgo y llevar la iniciativa.
El problema viene por un frente muy claro: siempre hay que estar a la expectativa de los movimientos del líder, quien lleva la iniciativa y quien también tiene el poder de poder confundir los movimientos reflejo de aquella marca que trabaja el posicionamiento por competidor.
Esto no quiere decir que la estrategia no funcione, ya que hay ejemplos que demuestran que si, pero siempre la dependencia va a ser total.
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