¿Jugamos? A no, que somos adultos. Mejor entonces, juguemos! No es necesario marcharnos hasta Japón para ello, que es donde se encuentra el ejemplos que os traigo hoy para la sección de productos singulares: Ball Pool Bar Dive.
Se trata de un bar convertido en un espacio divertidísimo para adultos, no para niños, concretamente solo para mayores de 20 años, en el que las pelotas de colores inundan el espacio para convertirse en una zona de pura libertad.
Una idea que me trae de inmediato a la cabeza la fructífera técnica de marketing lateral denominada inversión: un lugar enfocado a pequeños que se invierte hacia adultos.
También podría ser una sustitución, es decir, sustituimos el público infantil por el público adulto, aunque me gusta más en este caso el enfoque de inversión.
Aparentemente y a primera vista, es un producto friki. Pero quienes tienen un perfil mas atrevido pueden ver en esta singular oferta un lugar donde divertirse, desestresarse, compartir, vivir lo diferente aunque solo sea por un rato y, al menos, probarlo.
El local ofrece copas o comidas, siempre rodeadas de multitud de pelotas de colores. Sin mesas, sin sillas, siempre en un entorno divertido, donde te puede caer un pelotazo en cualquier momento.
Por supuesto, al igual que ocurre en un parque de bolas infantil con estas características, la higiene es fundamental. Para entrar hay que descalzarse, así que… ojo con todo eso y con los calcetines que te marcas.
Otro caso curioso con posibilidades de crecimiento a través de otras técnicas de marketing lateral. Estoy totalmente convencido de que tanto la combinación, como la eliminación, la exageración y, por supuesto, la reordenación tienen cabida en este peculiar bar situado en la ciudad japonesa de Osaka.
Ahora toca seguimiento del proyecto, para ver si realmente sigue desbordando su concepto provocador.
Photo credit: BPBD
