Puede que en alguna ocasión te hayas interesado sobre qué es el marketing responsable. En la actualidad vivimos un cambio en las condiciones de mercado que han hecho variar notablemente la relación entre la oferta y la demanda. Hemos de ser conscientes, como marcas, de que los consumidores están mejor formados e informados, lo que conlleva que tengan una mayor preocupación por el impacto que ocasionan las actividades empresariales en forma de coste social, coste medioambiental o de otro tipo.
El marketing responsable es aquel que proyecta una influencia y condiciona los procesos de producción de una empresa o la prestación de servicios, incorporando valores de responsabilidad social que provocan una mejora de la percepción de marca en todos los actores del entorno en el que ésta se mueve.
Sin duda, esto tiene una repercusión directa en los intercambios que mantiene la marca, intentando provocar un beneficio hacia la sociedad.
El marketing responsable ha de tener una definición clara, con un objetivo muy bien definido.
Es esencial saber identificar las necesidades básicas que vamos a intentar cubrir con nuestro planteamiento de marca, conociendo perfectamente al público objetivo sobre el que basaremos el eje de nuestras acciones.
Perfiles psicosociales, motivaciones, preferencias, ideologías, creencias, aspectos culturales, valores arraigados y otras variables de este tipo serán fundamentales para definir el mejor plan posible para la implantación de un marketing responsable.
Encontraremos quien lo apoye, quien vaya en contra (por muy bueno que sea, la ley de la probabilidad nos dice que siempre habrá alguien en contra de cualquier cosa) e incluso aquellos que se muestran indiferentes.
La tangibilización será otro motivo vital, hacer tangible lo social es complejo, solo lo conseguiremos con acciones que realmente podamos medir en resultados específicos.
Algunos de los beneficios que podemos obtener como marca estarán fundamentados en los indicadores de sentimiento de pertenencia que seamos capaces de lograr. También, en la diferenciación que podemos lograr respecto a los competidores. Además, de la notoriedad o feeling de marca que podamos lograr gracias a aportes reales y cuantificables por parte de la sociedad.
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2 comentarios
Un plan no muy fácil de llevar a cabo, sin embargo cuándo se hace aporta muy mucho. Totalmente de acuerdo!! 🙂
Así es Ana, un abrazo!