Como sabes, me encantan los conceptos que desprenden dinamismo, actitud, proacción y provocación. Quizás eso es lo que me mueve a escribir hoy este post y hablar sobre qué son las tiendas pop up y por qué triunfan.
Una pop up shop o tienda itinerante y temporal es un modelo dinámico de venta en el que no se espera al consumidor: se va a buscarle. ¿Cómo? Precisamente con esa itinerancia y temporalidad, hoy aquí, mañana allá. Ese estaré donde tu estés que tanto me gusta.
Esta conceptualización favorece que las marcas puedan estar presentes en lugares de referencia, de moda, con chispa y visibilidad para atraer la atención del consumidor y generar llamadas a la acción potentes y concretas.
Un modelo de retail que genera expectativas en nuevos consumidores no habituales, en otras zonas, en otros contextos e incluso en otros horarios fuera de lo convencional
Todo ello provoca un excepcional enfoque de marca (suponiendo que el planteamiento esté bien trabajado), por tanto el impacto está prácticamente garantizado.
Sensaciones y percepciones que se funden para generar nuevas experiencias de compra al consumidor, con un canal de distribución que puede estar lleno de sorpresas desde el minuto cero, para ese consumidor que desea ver cosas y propuestas nuevas constantemente.
¿Las ubicaciones? Allá donde pensemos y podamos, desde cualquier esquina concurrida y cercana al área comercial de una ciudad, a un parque, pasando por cualquier infraestructura como puertos o aeropuertos, etc.
¿Los formatos? Desde contenedores itinerantes a autobuses repletos de sorpresas, pasando por cualquier idea creativa como una caja gigante de zapatos o un mini barco. Tu propones y el consumidor dispone.
¿Más ventajas? Podemos crear sensación de urgencia y de escasez, en un aquí y ahora con cierta dosis de exclusividad. Podemos generar una interacción entre los canales on y off brutal (te imaginas, ¿no?) y provocar niveles de expectación muy interesantes sobre la próxima presencia en otro lugar (incluso incertidumbre).
Por si fuera poco, puede ayudarnos en productos cíclicos favoreciendo su atemporalidad. También nos puede generar sinergias interesantes con otras marcas y crear interesantes propuestas estratégicas de co-branding (esto me flipa).
Y, ¿crees que serviría como laboratorio de pruebas para testar nuevos productos? o ¿plantear una nueva política de precios? Por supuesto que si!
Para finalizar, es posible que incluso con un poco de suerte o una buena estrategia de comunicación podamos generar una interesante y atractiva publicity para nuestra marca.
Piensa si tienes sentido. Yo creo que lo tiene!
Photo credit: Retail Square
