Arrancamos con un concepto muy interesante dentro del comportamiento del consumidor: Qué son y cómo se comportan los early adopters.
Los primeros adoptantes, que así se denominan en castellano, son aquellos consumidores a quienes nuestra propuesta como marca le aporta una solución a un problema, incluso si nuestra solución no es del todo perfecta. Incluso es posible que puedan ayudarnos con un aporte de conocimiento y feedback para la mejora de la propuesta.
El early adopter es aquel que primero prueba, el atrevido, el que tiene hambre voraz de novedad. Esa voracidad de nuevas experiencias genera que sean hábiles detectores de tendencias.
Obviamente, un aspecto importante: el ego. A un early adopter le encanta ser protagonista, que se hable de el y que se le reconozca su aporte. Contar con un primer adoptante no solo significa aprovechar su potencial, sino distinguir sus méritos y darle bombo.
La opinión de los early adopters suele ser cualificada, cosa que puede llevarles a ser excelentes prescriptores
El ego bien canalizado puede hacerles tener un gran nivel de influencia en el siguiente grupo de consumidores: la mayoría precoz.
La búsqueda de primeros adoptantes para acompañarnos en el camino y mejorar nuestras propuestas de productos y/o servicios no es nada sencilla, pero tampoco es imposible. Ahora bien, si les encontramos hay que darles cariño, pues su valor puede ser inimaginable.
Algo muy importante es que los early adopters tienen preferencia por los deseos, lo que significa que no piensan tanto en las necesidades, o al menos, no son su principal motivación. Son un segmento clave dentro de una estrategia que apueste por la innovación como camino a recorrer en el largo plazo. A por ellos!
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