Por qué el storytelling seduce y emociona al cerebro. Una buena pregunta, pues vivimos una época en la que este término ha adquirido una importancia inusitada dentro del mundo de las marcas y su relación con los consumidores.
La sabiduría del ser humano le ha llevado a través de la historia a contar historias. Este hecho ha ido creando registros, algunos en forma de joyas literarias, que nos han mostrado y enseñado lo que ha ido ocurriendo en el mundo.
Quizás precisamente por contarse como una historia han podido llegar esos testimonios hasta nuestros días. Quizás los seres humanos han ido cuidando esos tesoros tan seductores.
Las buenas historias, las bonitas historias, aquellas que nos hacen sumergirnos por completo en ellas provocan en nuestro cerebro un sin fin de sensaciones, que nos permiten vivirlas intensamente a través de nuestra imaginación.
Esto genera un recuerdo vivo y permanente en él. Aquí es donde el plano emocional interviene, se hace protagonista y provoca que diversas zonas cerebrales entren en consenso, desarrollando su potencial.
No quiero entrar en tecnicismos en cuanto a zonas cerebrales, qué más da. Lo que quiero es que seas consciente de que esto ocurre y de que hay historias que enamoran y capturan.
Cuando nos pasa esto con una historia, cuando ella nos hace partícipes de la misma, cuando es capaz de arrancar nuestras sensaciones más arraigadas estamos ante la clave de todo
Fíjate cuando estés ante una de ellas y descubre qué protagonismo adquiere la parte sensorial, es decir, cómo la historia juega y muestra el papel de los sentidos, como se describen los aspectos visuales, auditivos, olfativos, táctiles o de los sabores.
Identifica que palabras clave se han utilizado como anclajes para provocar un desarrollo sensorial en tu cerebro. Puede que una simple fresa sea capaz de mucho.
Las metáforas, descripciones detalladas o las propias emociones de los protagonistas narrados en la historia son capaces de activar las mismas sensaciones que sentimos en nuestra vida real.
Imagina si la historia es narrada, pues en este caso los cerebros de quien la cuenta y quienes la escuchan con atención se sincronizan de forma increíble. Sin darnos cuenta, nuestro cerebro, además, buscará en su archivo registros similares a lo que escucha y haya vivido anteriormente. Cosas de la neurociencia.
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