Hoy os traigo un nuevo ejemplo para la sección de productos singulares: Svalbardi, agua de los icebergs del Ártico.
Como habrás notado en los últimos tiempos, un producto básico como el agua se ha gourmetizado hasta puntos extremos, llegando a convertirse en algunos casos en una propuesta de lujo.
Esta precisamente es la propuesta de la marca de agua Svalbardi, que comercializa agua embotellada de los icebergs del archipiélago ártico de Svalbard, en territorio noruego.
Su envase 750 mililitros tiene un precio cercano a los 100 euros. Siempre recuerdo que en el colegio nos dijeron que el agua era un elemento incoloro, inodoro e insípido. Curioso.
Os refresco tres post de esta misma sección de productos singulares en los que también hablaba del agua en este tipo de propuestas que aportan valor al elemento líquido por naturaleza como Soma Agua Solidaria, Alisios Agua de Niebla o Mawün Rainwater.
En el caso de Svalbardi existe un dilema interesante: ¿de quién es la propiedad de los icebergs? Está claro que aunque pertenezcan al territorio de un país en concreto, la propiedad está en entredicho y, por si fuera poco, la responsabilidad sobre la huella medioambiental que puede dejar en la zona es otro tema complicado.
Svalbardi es distribuida en exclusiva en los famosísimos almacenes londinenses de lujo Harrods y, por supuesto, a través de la web de la marca, que afirma que solo aprovecha aquellos trozos de iceberg que se han desprendido y flotan a la deriva
Otro asunto para hacernos pensar es si el agua realmente tiene un aporte en pureza o composición mineral que la haga realmente especial, aunque parece ser que no se diferencia apenas de otras aguas naturales o subterráneas no contaminadas.
Sin duda, cuando como consumidores nos enfrentamos a un precio alto, una procedencia llamativa y, por supuesto, un packaging convincente, nuestro lado emocional se deja convencer.
Photo credit: SAIA
