Segunda entrada de la micro serie de posts que tiene como objetivo ayudar a modificar ciertos hábitos mentales. Hablamos de 4 estrategias para romper las creencias limitantes. Es el turno de retribuir.
Como vimos en el post anterior, muchas veces nos sometemos a un flujo constante de diálogo interno negativo que nos dice: “No soy lo suficientemente bueno”, “No lo voy a conseguir” o “Todo el mundo me juzga”.
Estas creencias auto limitantes se convierten en anclajes que dificultan tu potencial y tu estado de felicidad. Pero, ¿podemos hacer algo para evitarlo? Posiblemente si.
Estrategia para romper las creencias limitantes: Retribuir
Nuestros cerebros están programados para la supervivencia. De manera habitual, las creencias auto limitantes surgen de experiencias anteriores o de versiones pasadas en las que nos sentimos heridos o amenazados. Ante este escenario, nuestros cerebros han evolucionado de una manera muy concreta para responder: evitar y sobrevivir.
Pero sobrevivir entonces quizá no nos sirva ahora, ya que como bien sabemos todo cambia y todo evoluciona. Es probable que un simple comentario de la infancia provocara el miedo al juicio. Por ello, puede que evites dar ese paso para hablar o mostrar al mundo quién eres.
Puede, por otra parte, que un fracaso pasado te provocara la creencia de que no eres lo suficientemente bueno. Y por este motivo es probable que no arriesgues a impulsar tu carrera o tu vida personal.
Sin duda, las creencias limitantes son como mensajes de voz obsoletos de un yo anterior, que se repiten una y otra vez, como ecos no deseados de nuestro pasado. No representan quién somos hoy ni, por supuesto, nuestro potencial.
Por ello, la clave es identificar la fuente de la creencia con curiosidad: ¿Dónde pudo haberse originado ¿Fue un mensaje limitante asimilado durante la infancia o un mecanismo de defensa desarrollado durante una temporada complicada?
Comprender la raíz de la creencia no la justifica, pero puede ofrecer una perspectiva valiosa. El hecho de que esas creencias te hayan servido en el pasado no significa que sean inherentemente ciertas respecto a tu yo actual. Recuerda, tú no eres tus pensamientos, eres tú quien los observa.
En el siguiente post hablaremos de otra estrategia para romper las creencias limitantes, que es reenfocar.
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