Seguimos con esta serie de post dedicada a comentar las etapas de un plan de marketing práctico (5): Planes de acción.
Es el momento de dar sentido a las estrategias planteadas en la fase anterior, como vimos en el post correspondiente (clic aquí para leer el post).
El plan de acción debe ser consecuente con los objetivos establecidos en la fase tres (clic aquí para leer el post), que a su vez determinaba la orientación estratégica de la empresa.
Estamos ya de lleno en el terreno operativo, en el de la ejecución de acciones, ese donde la táctica es la protagonista.
Las tácticas definen qué acciones concretas se deben poner en práctica para poder plasmar los planteamientos de la estrategia.
Para ello, hemos de ser conscientes de qué recursos humanos, técnicos y económicos disponemos para poder ejecutar con garantías el plan de marketing.
Podríamos afirmar que la estrategia sería el camino a seguir, mientras que la operativa o táctica haría referencia a los pasos a seguir durante ese camino para lograr el objetivo final.
Las diferentes acciones que se lleven a cabo en el plan de marketing deben tener vinculación con el entorno del marketing mix (producto, precio, distribución y promoción).
Puedes consultar un post sobre el concepto marketing mix clicando aquí.
Tendremos que tener en cuenta, además, que para cada acción diseñada tendremos que asignar un presupuesto, como veremos en el siguiente post.
Lo que define a una empresa que ejecuta un plan de marketing respecto a otra que no lo ejecuta o no lo posee es precisamente el engranaje entre todos los puntos que hemos visto hasta ahora.
Hay muchos casos en los que las empresas van directamente a esta fase, la del plan de acciones, sin haber pasado por la esencia, es decir, el análisis de situación, el diagnóstico de la situación, la definición de los objetivos y el diseño de las estrategias.
Todo ello, permite tener muy claras las acciones a desarrollar.
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