Finalizamos con esta serie de post dedicada a comentar las etapas de un plan de marketing práctico (6): Presupuesto y medición.
Nos encontramos en la última etapa y enlazamos de forma directa con el presupuesto que debemos determinar para poder cometer con garantías el plan de acciones que vimos en el post anterior (clic aquí para leer el post).
Una vez tenemos definidas todas las acciones a desarrollar, planificamos los medios necesarios para llevarlas a cabo y confeccionamos el presupuesto, que estará coordinado con un timing de ejecución de cada una de las acciones en tiempo y forma.
Lo ideal es saber determinar o estimar, al menos, cuál será el ROI (retorno de la inversión) de cada una de las acciones a desarrollar de manera individual y el ROI del plan de acciones al completo.
Si deseas conocer más acerca del concepto ROI, te invito a leer este post anterior titulado «El ROI y su importancia en la estrategia de marketing» (clic aquí para leer el post)
Por su parte, el mecanismo de control es el último requisito que debemos plantear en el plan de marketing, siendo clave la gestión de las diferentes variables que intervienen en el proceso para determinar grado de cumplimiento de los objetivos conforme vayamos aplicando las estrategias y acciones definidas.
El mecanismo de control debe detectar aciertos y errores que nos permitan realizar ajustes sobre la marcha en el plan de marketing, que no ha de contemplarse como un elemento rígido y estático, sino más bien elástico y dinámico, ya que el entorno jugará un papel determinante.
En caso de que el plan de marketing, desde sus inicios, no ofrezca resultados visibles o aporte resultados totalmente inesperados y negativos, lo ideal es contar con un plan B en forma de variante, denominado plan de contingencias, con el objetivo de disponer de capacidad de respuesta inmediata.
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