Continuando con la temática del post anterior sobre los 4 principios del diseño, en esta ocasión veremos los 7 elementos del diseño. Éstos son valor, espacio, textura, tamaño, línea, color y forma.
Gracias a estos 7 elementos, podemos crear un mensaje de marca cohesionado y coherente, que se pueda proyectar con éxito hacia el público objetivo.
Primer elemento: Valor
La idea es usar diferentes tonos de colores para crear profundidad e interés. Generalmente, desde un contexto que representa información numérica, los tonos oscuros proyectan más y los tonos claros tienden a proyectar menos.
Segundo elemento: Espacio
Hay que cuidar el espacio entre los elementos, sin perder el principio de proximidad, para permitir el respiro. El espacio es una excelente manera de dirigir la mirada de los receptores del mensaje, para que sepa dónde mirar primero, después, etc.
Tercer elemento: Textura
Combinar algunas texturas pueden generar relieves o degradados, lo que permite proyectar cierta profundidad. Eso sí, debemos cuidar la intensidad de este elemento para no generar distracciones.
Cuarto elemento: Tamaño
Variar el tamaño del texto, las imágenes y otros elementos permite alcanzar un mayor impacto visual. Para destacar determinados conceptos, este elemento puede ser clave. Igualmente, debemos cuidar que no se rompa la coherencia del resto de elementos, cumpliendo además con los principios.
Quinto elemento: Línea
Podemos utilizar líneas de diferentes grosores, direcciones y longitudes para diseñar una composición visualmente llamativa. Hay tipos de líneas que se usan para enfatizar una palabra o frase, por ejemplo, o para conectar ideas.
Sexto elemento: Color
Debemos seleccionar colores que conecten con el público objetivo, aludiendo al principio de contraste. Su uso debe ser consistente en todos los materiales gráficos de la marca. Los colores pueden ser fríos, activos, cálidos o pasivos, en función de la transmisión de un mensaje de estado de ánimo o tono concreto.
Séptimo elemento: Forma
Por último, podemos utilizar formas interesantes para aportar complejidad e interés visual al diseño. Para ello, existen tres tipos de formas: geométricas, naturales y abstractas.
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