Continuamos con la serie de post dedicada a los 12 arquetipos de la personalidad de marca: El hombre corriente.
Este modelo se fundamenta en la teoría del psicoanalista Carl Gustav Jung, que diseñó estos doce patrones de conducta universales.
Estos patrones se utilizan en marketing para definir estilos de personalidad a las marcas, aportándoles un sentido conductual.
Los 12 arquetipos de personalidad de marca son: El Inocente, El Hombre Corriente, El Explorador, El Sabio, El Héroe, El Forajido, El Mago, El Amante, El Bufón, El Cuidador, El Creador y El Gobernante.
Vamos a descubrir el segundo de ellos, con algunas de sus características principales:
El hombre corriente
En cuanto a la actitud de marca, este arquetipo representa a aquellas marcas que no proyectan ostentación. En realidad buscan lo contrario, intentando conectar con mucha empatía.
Esa dosis de realidad y esa dosis de empatía fundamentan los valores de estas marcas. Para ellas es importante la amabilidad y la colaboración.
Su objetivo es aportar respuestas reales a las necesidades y preocupaciones del día a día de su público objetivo.
Dado lo dicho anteriormente, podríamos acercarnos a un lema genérico que podría ser algo así como «todos y todas somos iguales».
Es decir, el mensaje principal para este arquetipo de marca intenta proyectar igualdad de oportunidades.
Este hecho puede implicar en la mayoría de los casos que los precios de sus productos o servicios puedan ser quizás accesibles a la mayoría.
El riesgo mas evidente que pueden sufrir estas marcas es resultar complicadas de entender por parte del consumidor.
En cuanto a los colores que predominan, podemos citar el azul, el amarillo y el rojo, principalmente.
¿Algunos ejemplos de marcas relacionadas con el arquetipo «el hombre corriente»?
Marcas tan conocidas como Ikea, Ebay o Seat son un buen ejemplo de ello.
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