Para mí, se dan cita dos enfoques enfrentados y complementarios en el autodiálogo: lo racional y lo irracional. Entiendo por autodiálogo esa vocecilla interior que constantemente nos acompaña y que nos emite juicios internos que determinan nuestro comportamiento.
Voy a hablar de mi caso en concreto y cómo el autodiálogo tiene un papel fundamental en mi vida profesional. Como sabes, me dedico al mundo del marketing desde hace varios años, aunque mis inicios están marcados por otra disciplina: la economía.
¿Qué hace un licenciado en economía trabajando en el mundo del marketing? ¿Cómo fue esa transición? Todos en nuestras vidas tenemos cambios durante el camino y yo tuve éste tras acabar la carrera, teniendo unas primeras experiencias en trabajos relacionados con la pura economía y darme cuenta de que no era donde yo me veía a largo plazo. Lo relacionado con la economía tiene, bajo mi punto de vista, un alto componente estático y poco cambiante si lo comparo con mi dedicación marketera actual.
Yo buscaba justo eso, marcha, cambios, incertidumbre, retos, creatividad, dinamismo. Y lo encontré en el marketing, tras dejar mi etapa con la economía y formarme con un postgrado en esta disciplina que me hizo descubrir aquello que realmente me gustaba. Como suelo decir, me cambié de acera. Bendito cambio.
Ahora es el momento de hablar de esa vocecilla interior, de ese autodiálogo
En mi caso me provoca un interesantísimo debate que complementa mis pensamientos y los enriquece ¿Por qué? Porque el mundo del marketing en el que me muevo, en el que constantemente estamos proponiendo planteamientos creativos para las marcas, requiere de cierto aire arriesgado fruto de la propia creatividad. Esa es mi vocecilla provocativa, a la que denomino demonio y que no cesa de generarme ideas de todo tipo, gran parte de las mismas basadas en conceptos irracionales.
Por otra parte, mi otra vocecilla, viene marcada por esa base sólida que conozco de la economía y que me hace poner los pies en el suelo tras cada idea loca, pensar si es realizable y sobre todo si gracias a ella podemos obtener un retorno de la inversión óptimo. Como habrás descubierto, a esa vocecilla la denomino ángel y es la que aporta el enfoque más racional.
La clave está en el equilibrio, todo aporta, todo comunica, pero la clave es conocerte lo mejor posible y buscar el equilibrio. Me encantaría que nos compartieras tu caso. ¿Qué tipo de autodiálogo tienes dentro de ti?
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