Hoy, al igual que en el post anterior, repito con un nuevo ejemplo para la sección de productos singulares: Belvedere Vodka Midnight Sabre.
El grupo LVMH, especializado en bebidas, posee un muy curioso producto denominado Belvedere Vodka Midnight Sabre.
Se trata de un vodka cuyo packaging es una botella luminosa que está creada con una alta precisión de corte por láser y una tecnología de tacto suave.
Belvedere Vodka Midnight Saber es, sin duda, uno de esos productos singulares que tanto nos llama la atención a los consumidores, independientemente de que nos guste el vodka o no.
Con un espectacular y elegante diseño, este producto destaca como el primero de su especie en la categoría de envases industriales.
La botella incorpora luces de tipo LED que están ubicadas de forma lineal en la zona inferior, lo que genera un efecto absolutamente llamativo cuando se encienden.
Dicho efecto provoca que aparezcan árboles brumosos que simulan salir de la botella. En lugares de copas donde la luz es baja o escasa, el efecto provoca que la botella destaque sobremanera.
Una grata experiencia de branding para esta marca de vodka, que va más allá de probar el producto, generando una bonita experiencia que sin duda provoca el recuerdo.
Este es uno de los ejemplos perfectos que cumple la secuencia mágica: estímulo, emoción, decisión y recuerdo.
Para los amantes de los productos singulares, poseer este tipo de productos se convierte en toda una filosofía de vida, incluso insisto, a aquellos a los que el vodka ni siquiera les gusta.
Este tipo de propuestas genera que se hable de ellas (si estás leyendo este post, es el mejor ejemplo).
Una marca, Belvedere Vodka, que siempre permanece a la vanguardia en innovación, al tiempo que se ha mantenido fiel a sus tradiciones y altos estándares de calidad.
Photo credit: LVMH
