Hoy os traigo un nuevo concepto denominado Biojet, la solución sostenible frente al flygskam o vergüenza de volar.
Antes de nada, os refresco el interesante post que le dedicamos al movimiento flygskam (clic aquí para leer).
Acuñado en Suecia, este concepto aún muy desconocido para la mayoría se está extendiendo en la sociedad con gran rapidez.
La “vergüenza de volar” viene originada por las emisiones de CO2 que genera el avión y promueve a sus seguidores a buscar otras alternativas como el tren.
Dado esto, un futuro con aviones más sostenibles es posible con el concepto biojet, un biocombustible creado a partir de biomasa y residuos.
Haciendo un inciso, será interesante comprobar el impacto de la pandemia y la caída en picado de los vuelos en este movimiento social.
Volviendo al biojet, podemos decir que este bicombustible sostenible, mezclado con el queroseno convencional, puede reducir notablemente las emisiones netas de un avión.

Biojet, la solución sostenible frente al flygskam o vergüenza de volar
Veamos algunos datos. Por ejemplo, Noruega establece la obligatoriedad de que el 0,5% del consumo sea de biojet desde 2020.
Por su parte, Francia y Suecia obligan a incorporar un 1% a partir de 2021.
En España, el primer paso lo ha dado Repsol, aunque queda mucho por desarrollar.
Los biocombustibles representan una de las mejores opciones para eliminar emisiones de CO2 en el transporte y son una alternativa estratégica que complementa a la electrificación.
El biojet puede ser de dos tipos, en función de la materia prima usada en su elaboración.
Será de primera generación cuando se obtiene a partir de aceites vegetales y avanzado cuando utiliza como materia prima residuos de la industria agroalimentaria, agrícolas, forestales o sólidos urbanos.
En el primer caso la reducción de emisiones de CO2 es de más del 60% y en el segundo puede superar el 85%.
Photo credit: Pinterest
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