Segundo post de la serie dedicada a 3 aspectos fundamentales dentro de la identidad de marca. En esta ocasión, veremos el Brand Tone en la estrategia de branding.
Este concepto hace referencia al uso de la voz en diferentes situaciones y ante diferentes audiencias. Se trata de ajustar el tono en función de cada momento, siempre cuidando que el Brand Voice permanezca. De hecho, es el Brand Voice quien marca la pauta en origen.
Con el Brand Tone, podemos definir diferentes estrategias en función de las situaciones y públicos. Otra alternativa es utilizar el mismo tono en cualquier situación. Todo depende del planteamiento estratégico.
Es evidente que utilizamos diferente tono cuando describimos un texto que cuando anunciamos algún tipo de oferta, por ejemplo.
El tono puede ser clave a la hora de captar la atención e incluso seducir al usuario al que nos dirigimos, lo que nos puede permitir crear una conexión más humana, generando un escenario de confianza que a su vez ayuda a mejorar la imagen de marca.
La realidad es que si nos ponemos a buscar marcas que trabajen un tono de voz realmente diferente. Aquellas que si lo consiguen, sin duda poseen una gran herramienta para destacar frente al resto de marcas competidoras.
El tono ejerce una influencia tremenda en la definición de la personalidad de la marca, haciéndola más identificable y reconocible. Esto provoca que se genere un mayor número de asociaciones hacia la misma y de mayor intensidad.
Por último, matizar que cada palabra cuenta y ejerce su influencia en el tono de la marca. Un ejemplo lo puedes encontrar en la web de Bankinter, donde expresan el tono con diversos ejemplos.
La forma en la que nos comunicamos es igual de importante como nuestra apariencia. Por tanto, escoger cuidadosamente las palabras que utilizamos en la estrategia de branding de nuestra marca va a definir a cada uno de los mensajes que creamos.
Photo credit: Bankinter