Las ciudades están vivas para marketear. Yo he añadido «para marketear». La primera parte, «las ciudades están vivas», es una frase que capturé el pasado viernes en el III Simposio Internacional de Innovación en Marketing Turístico celebrado en ESIC Valencia, concretamente en la ponencia de Íñigo Valenzuela, de la empresa Smartvel.
Íñigo arrancaba su participación aludiendo al corazón de las ciudades, a su vitalidad y a su dinamismo. Las ciudades están llenas de insights y eso lo sabemos todos los marketeros.
Introducirse por diferentes espacios urbanos siempre es productivo a nivel de descubrimiento. Pasan cosas muy curiosas cuando pones a trabajar todos tus sentidos siendo consciente de lo que están observando, escuchando, oliendo, tocando o degustando cualquier elemento que forma parte de una urbe.
Cuanto más desconocida es para nosotros una ciudad, mayor cantidad de inputs nuevos podemos descubrir
Pero digo aparentemente porque aun conociendo una ciudad muy bien, ésta siempre tiene la capacidad de volvernos a sorprender. Un buen marketero no debe olvidar esto.
Las ciudades están formadas por infraestructuras, cierto, pero lo más importante es que están habitadas por personas. Personas que son nativas del lugar, personas que circunstancialmente están en el lugar o personas que residen de forma habitual pero no son oriundas del mismo.
Toda esta mezcla hace que las combinaciones se sucedan y que lo aparentemente previsible pueda tornarse en cualquier momento imprevisible.
Las ciudades son nutritivos escenarios para entender multitud de comportamientos. Podemos descubrir un sinfín de ideas aplicables a otros lugares o enfoques. Un estímulo constante en el que sentir los conceptos vitales del ser humano.
La vida es un elemento tangible a la vez que intangible, un concepto que se pasea por delante de nosotros con numerosos quehaceres cotidianos o no de cada una de las personas que nos encontramos por el camino.
Me encanta analizar. Y que ello me haga pensar. Me encanta que el resultado sean ideas maravillosas con las que ilusionarte para crear.
Photo credit: Thorsten Röpke
