Cómo aprovechar el fenómeno malenis

Si, has leído bien. Cómo aprovechar el fenómeno malenis. Y tu dirás, ¿y qué son o quiénes son los o las malenis?

Las malenis son aquellas personas aficionadas a crear los tan de moda cupcakes y otras composiciones que seguro conoces debido a la reciente fiebre que hemos y estamos sufriendo en nuestro país con su éxito. Están en todas partes y de pronto el fondant forma parte de nuestro vocabulario. Pueden formar parte de nuestro Me Time a la hora de la elaboración o compartirse con más gente.

Como me flipa esto de los estilos de vida, de que alguien se encarga de dar naming a este tipo de comportamientos, que aunque en principio parecen una tontería, adquieren todo el sentido del mundo cuando hablamos de marketing. Y a mi esto me encanta, porque me permite pensar en grupos homogéneos con un tipo de hábito más o menos concreto y común, cuyo enfoque me permite generar constantes ideas. Así de loco estoy, si.

La creatividad de los malenis es desbordante
La creatividad de los malenis es desbordante

Lo cierto es que esta «industria» se ha instalado y podemos encontrar auténticas maravillas en forma de herramientas para satisfacer las obras de arte (que lo son) de muchos y muchas malenis. Conozco tanto a chicos como a chicas que están muy enganchados a este Do It Yourself tan particular, singular y lleno de creatividad.

Porque se trata de varias cosas:

  • ser creativo a la hora de dar forma al cupcake sea del tamaño que sea
  • que se pueda comer y esté rico
  • no ser recurrente sino innovador
  • proyectar un dominio de la técnica del fondant muy definido y de otras relacionadas con la base
  • ser competitivo
  • compartir tus creaciones en la red resaltando tu propio ego, etc.

¿Alguien da más? Pues hay mucho más.

Cualquier elemento puede convertirse en cupcake
Cualquier elemento puede convertirse en cupcake

¿Qué pueden necesitar los malenis? ¿Cómo podemos ayudarles las marcas?

Está claro que ya lo hacen, pero voy a intentar proponer y que esto solo sirva de comienzo para que la imaginación nos desborde y podamos, entre todos, proponer más y más cosas:

  • artilugios de todo tipo: para los momentos maleni se necesitan moldes, utensilios, electrodomésticos, etc.
  • libros o manuales con recetas: con recomendaciones, sugerencias, tipos de ingredientes a combinar y usar, etc.
  • portales o blogs dedicados a malenis: aunque ya hay unos cuantos, seguramente todavía está por ser parido el blog de referencia máxima para ellos, ¿te atreves tu?
  • cazadores de tendencias: ¿por qué no pensar en introducir este producto en ámbitos fuera de contexto? yo creo que con el componente creativo que llevan asociado tienen un potencial brutal
  • cursos de cocina experimental o de ocio: imaginaos todo lo que está por hacer, de cara a especializar a los malenis en eventos, jornadas, banquetes, reuniones empresariales, o lo que se nos ocurra
  • elemento pedagógico: puede y debe ser una buena puerta de entrada de los más pequeños en el hábito culinario, como dice Karlos Arguiñano, saber cocinar te aporta libertad, satisfacción y capacidad de autosuficiencia (muy de acuerdo), por tanto muy nutritivo en lo personal, no?

Piensa, piensa, que dentro de poco los malenis serán absorbidos por la nueva moda que esté por llegar y llegaremos tarde.

Photo credit: theberry.com & Ronnisha MacPerson

2 comentarios

  1. Me encanta como lo relacionas todo desde el punto de vista del Marketing. Ésto es ser un buen planner. De mayor quiero ser como tu! ;-). Abrazote!!!!

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