Cómo crear un ritual de marca basado en emociones.
Antes de nada, os recomiendo leer este post anterior que nos puede servir como complemento perfecto para fijar el concepto y en el que se citan ejemplos como Coronita u Oreo: Cómo crear un ritual para tu marca.
Me gusta para empezar con un ejemplo el ritual que ejecutan en cada programa de El Hormiguero, con el baile inicial de Pablo Motos y parte de su equipo.
Dicha escena nos predispone a un modo personalizado de hacer las cosas, a una esencia de buen rollo para comenzar que consigue engancharte desde el inicio con una música siempre pegadiza y unos sencillos y mecanizados pasos de baile.
Esto es un ritual.
Emocionalmente genera cierto sentido de pertenencia al ver al grupo unido, divirtiéndose, destilando sonrisas e incluso cerrando el círculo con el tradicional beso Pablo al «calvo».
Cómo crear un ritual de marca basado en emociones
Como dice Martin Lindstrom en Buyology, con el ritual de marca provocamos cierta pretensión manipular de alguna forma el futuro con determinados comportamientos.
Aunque no podemos comprobar que tengan un efecto en el propio desarrollo futuro, por lo que hablamos de irracionalidad.
Otra consecuencia emocional es la pretensión de felicidad.
Por ejemplo, cuando vamos a consumir un vino, espumoso o no, solemos brindar.
Es un ritual que proyecta un objetivo, desear algo o celebrar algo, pero ese algo siempre bajo un carácter positivo.
Me encantaría llevarme conceptos como el brindis a otros segmentos para poder crear un ritual para el caso en cuestión.
Por ejemplo, basándonos en el miedo o en concreto la superstición, podría estar bien inducir una micro historia en una marca de calzado.
La idea sería proyectar el mensaje de calzar siempre antes con el pie derecho y descalzar siempre primero con el pie izquierdo.
¿No sería algo que nos daría muchísimo juego para comunicar y generar sentido de pertenencia con la marca?
Solo son ejemplos.
Recuerda que para ello deberíamos antes asegurarnos del contexto cultural en el que vamos a trabajar estrategias de este tipo, para no incurrir en errores garrafales.
Photo credit: Steve
2 comentarios
buen punto de reflexión Fran!
Muchas gracias Elena, saludos!