Algo que siempre me obsesiona en los proyectos para los que trabajo es diseñar una sólida ventaja competitiva. Por ello, vamos a dedicar este post a hablar sobre cómo crear una ventaja competitiva gracias a la innovación.
En el actual entorno BANI, la innovación es un elemento diferenciador. Es capaz de aportar a pequeñas empresas emergentes una ventaja sobre lo establecido y permitir desarrollar ventajas competitivas. Dicho a lo «bruto», la innovación es la introducción de algo nuevo y diferente en el mercado, en forma de producto o servicio, proceso o manera de pensar.
3 ideas para impulsar la innovación y diseñar la ventaja competitiva
Como cada uno de los procesos clave en la empresa, la innovación debe de contar con el tiempo necesario para encontrar nuevas ideas que puedan crear un valor sostenido. A continuación, hablaremos de algunas estrategias que pueden ayudar a proyectar el pensamiento innovador.
Evaluar los puntos de diferenciación que disponemos actualmente
La innovación no es un elemento independiente, sino que fortalece las ventajas existentes. Sea cual sea la ventaja actual, mantenerla requerirá seguir trabajando intensamente en esa línea. Partiendo de ahí, podemos plantear crear una ventaja en otra área de negocio, que pueda ser complementaria o no. En cualquier caso, el pensamiento innovador es fundamental si deseamos ampliar lo que hemos creado.
Por otro lado, debemos considerar cómo se alinea la ventaja con los objetivos comerciales a largo plazo. La clave es comprender dónde puede ganar nuestro negocio hoy y determinar si es ahí donde quiere ganar mañana.
Ser metódico en el enfoque de innovación
Una vez que hayamos identificado los factores de diferenciación actuales, o los que deseamos desarrollar, podemos implantar técnicas de creatividad para detectar oportunidades de innovación.
Entre ellas, existen unas muy destacadas y que son mis favoritas, como Gamestorming, Marketing Lateral o Los 7 Pecados Laterales.
Crear prototipos y testear las ideas más impactantes
Una vez finalizado el proceso creativo, debemos tratar de identificar ideas que sean únicas y potencialmente rentables. El filtrado de ideas resulta determinante, ya que en ese momento discriminaremos apostando por lo atractivo.
Con las mejores ideas crearemos prototipos, desarrollándolos lo suficiente para que sirvan como modelos de testeo. A partir de ahí, reuniremos comentarios sobre los prototipos, con el objetivo de maximizar sus recursos y tomar decisiones decisivas para el futuro inmediato.
La innovación implica experimentación y, por extensión, la voluntad de cometer errores. No todas las nuevas ideas conducirán al éxito inmediato, pero hay pasos que podemos seguir para mejorar sus posibilidades de lograr un resultado óptimo.
Photo credit: Matt Ridley
