Tercer post de la serie enfocada en aspectos relacionados con cómo resolver problemas (parte 3) en marketing y estrategia. En él, veremos cómo plantear cuestiones para definir la importancia y alcance del problema en cuestión.
Hipótesis número 3: ¿Cómo beneficiará o perjudicará a la empresa la solución de este problema?
Atentos a esta premisa estratégica: Lo que los clientes necesitan y lo que quiere la empresa no siempre está alineado. En ocasiones, nos planteamos abordar problemas y para nuestra empresa no es rentable hacerlo, por algún motivo de peso. Sin duda, las empresas se crean para obtener beneficios atendiendo las necesidades y deseos de los clientes.
Pero no todas las necesidades y deseos de los clientes pueden siempre ser satisfechas. Por ello, debemos plantear siempre en qué beneficia a nuestra empresa la solución a un problema enfocado en los clientes / consumidores / usuarios y en qué puede perjudicarnos.
No es una tarea fácil, ya que normalmente priorizamos la solución, por lo que debemos estar muy atentos y hacer uso del pensamiento estratégico. El objetivo es es ir mucho más allá del corto plazo y tener en cuenta un escenario de largo plazo.
Una de las pistas más claras que podemos destacar es que no exista un incentivo claro a corto plazo para resolver el problema para el negocio. En ese caso, estamos a tiempo de evitar erosionar la confianza en nuestra empresa y perjudicar la rentabilidad a largo plazo.
Photo credit: ИА