Comunicación multicultural para un mundo globalizado

Hoy os presento a una nueva #GuestBlogger, Jessica Malonda, que nos trae el post titulado «Comunicación multicultural para un mundo globalizado«.

Jessica es graduada en ADE y en estos momentos un prometedor proyecto de marketera. Me encanta como ella misma se define: «Dadme una tarjeta de embarque, y mi pequeña cámara y yo haremos el resto del trabajo. Tenemos la gran suerte de estar en este mundo, vivamos!»

Os invito a visitar su nuevo blog (clica aquí), que me hace mucha ilusión presentaros ya que nace de las inquietudes de nuestras clases en el Master en Dirección de Marketing y Comunicación Empresarial, MACOM.

Comunicación multicultural para un mundo globalizado

Somos más de 7 mil millones de habitantes en el mundo, repartidos en 5 continentes y 195 países, según la ONU. A esto, súmale que cada segundo despega un avión, es decir, 84.600 aviones diarios o, dicho de otra forma, más de 30 millones de aviones al año.

Con total seguridad podemos decir que vivimos en un mundo globalizado.

Unas personas van, otras vienen y otras se quedan. Ya no existe el miedo a lo desconocido, a enfrentarse a otras costumbres culturales, somos conscientes de las consecuencias que eso conlleva.

Comunicación multicultural para un mundo globalizado
Comunicación multicultural para un mundo globalizado

Cada vez que una persona cambia de cultura, sufre una serie de cambios muy importantes en su vida, desde sus necesidades más básicas a sus emociones más profundas.

¿Están las empresas preparadas para ello? Ya no vivimos en una cultura pura, con individuos con las mismas necesidades fisiológicas, psicológicas y culturales. Vivimos en sociedades multiculturales con deseos y necesidades desiguales y cambiantes.

En estos tiempos que corren, ya no sirve una comunicación tradicional donde se especifiquen los beneficios, atributos o el uso que tiene cada producto o servicio.

Para lo que a algunos puede ser un beneficio, para otros puede ser perjudicial. Para unos puede parecer obsceno y para otros de lo más apetecible. Para unos puede estar prohibido por su religión y para otros simplemente no estarlo.

Ni siquiera hablamos el mismo idioma, no sirven de nada las palabras vacías y los argumentos racionales.

Utilicemos una comunicación multicultural que se base en el respeto y haga apelaciones a los sentimientos.

Una comunicación que nos despierte la curiosidad, el interés por probar cosas nuevas y nos traslade más allá de nuestras barreras culturales.

Como conclusión a todo este planteamiento, podríamos decir que la comunicación multicultural debería ser la base de cualquier estrategia empresarial.

Photo credit: elattelier

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