Con producto y precio voy sobrado

Una percepción que periódicamente vivo o escucho en mi mundo diario: Con producto y precio voy sobrado. Es una afirmación en forma de pensamiento tan lícita como cualquier otra, pues al fin y al cabo no todos vemos las cosas de la misma manera.

Hay quien está convencido de que teniendo lo que consideran un buen producto y a un precio que también consideran competitivo no hace falta nada más, ni siquiera una marca. En serio, hace muy poco lo he escuchado, a alguien tremendamente convencido de ello.

No soy quien para valorar si le falta razón o si la tiene, simplemente opino diferente. Está claro que si alguien considera que tener una marca no sirve de nada tendrá sus motivos y seguramente dichos motivos estarán basados en experiencias previas, aunque es algo que me cuesta entender.

Seguramente con un buen producto y un buen precio lo que podrás conseguir será fabricar para otros y que te vaya realmente bien

El desprecio hacia el hecho de tener una marca, entender que es el principal activo que podemos tener como empresa y que sea el motivo por el que luchamos cada día es lícito, pero para mí no es entendible.

Voy a darle la vuelta a esto. ¿Imaginas que pasaría si nos prohibieran tener una marca? Supongo que entonces se convertiría en un preciado anhelo y haríamos muchas locuras por conseguirla.

Un buen producto es muy importante, está claro, de lo contrario seguramente nada tenga sentido. Un buen precio es también fundamental, aunque al igual que en el caso del producto ambos son aspectos relativos pues para saberlo hemos de comparar respecto a algo.

¿Buen producto respecto a qué otros? ¿Buen precio respecto a qué otros? También ocurre con la marca, ¿buena marca respecto a qué otras?.

El producto sufrirá variaciones en el tiempo, el precio también, aunque seguramente la marca será aquello que te haga, al menos, parecer distinto. Producto y precio son dos conceptos más cercanos a lo tangible y racional, marca es aquello más cercano a lo intangible e irracional. Quizás por eso nos cueste tanto darle valor.

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