Llega una nueva entrega de la serie de post dedicada a conceptos de tendencia en el nuevo consumidor: Followers.
Estamos ante una palabra que hoy en día genera una verdadera obsesión en marcas y en personas.
Los followers son los seguidores que una marca o una persona posee en cualquiera de sus canales digitales.
Como estamos viendo con otros anglicismos que se han implantado en nuestro lenguaje castellano, estamos ante uno que posee un gran uso.
Los seguidores son motivo de competición, ya que solemos fijarnos en la cantidad y no tanto en la calidad.
Un buen número de followers aporta una apariencia inicial de solidez
Pero, no nos dejemos engañar. Volviendo a la relación cantidad y calidad, está claro que la cantidad cuenta, pero la calidad es muy necesaria.
Sobre todo, en las marcas, la calidad de los contactos es clave, ya que una gran cantidad de seguidores que no sean productivos para la marca no servirá de mucho.
No tenemos más que ver que existe la posibilidad de «comprar» followers, lo que demuestra que las apariencias pueden ser equivocadas.
Siempre me ha hecho muchas gracias ver a algunos o algunas que han proclamado a los 4 vientos tener 100.000 seguidores.
A su vez ellos o ellas siguen a otros 100.000. Tu me das, yo te doy. No hay ningún mérito en ello. No hace falta decir nada más.
Estratégicamente lo que marca la pauta es la calidad de los seguidores, aquellos que lo hacen porque hay un motivo. Es decir, una razón verdadera por la que siguen a la marca.
Además, esos contactos de calidad inducen al concepto de calidad percibida, una de esas variables clave en el mundo del marketing.
Te invito a conocer más sobre este interesante concepto en este post anterior (clic aquí para leer).
Photo credit: SM