Regresamos con un buenísimo ejemplos a la sección de productos singulares: Conservas Gourmet Juan Ranas.
Juan Ranas creó su producto emblema, el tomate frito, buscando reinventar con un nuevo sabor este tradicional elemento de la cocina.
Inspirándose en recuerdos que se quedan marcados para siempre, en este caso la cocina de su abuela, ha dado vida a un producto lleno de sabor.
Las ollas en los fogones, el método del baño maría, los botes de cristal preparados y la salsa cocinada con los tomates de su abuelo recién recolectados son parte de esos recuerdos que inspiran.
Hace algunos años, Juan Ranas descubrió la carencia de sabor de algunos platos, por lo que decidió ir al origen, es decir, a la materia prima. Fue cuando fue consciente de que los alimentos básicos estaban perdiendo su sabor original.
En su restaurante fundamentan gran parte de la carta en la cocina mediterránea y uno de los pilares fundamentales, como no, es el tomate, lo que dio pie a investigar y a poner todo para crear el producto.
Para ello, buscó una variedad particular de tomate, que tuviera las cualidades ideales para ser conservado, libre de tratamientos y que fuera herencia de generaciones anteriores, con esa pulpa jugosa y esa piel extremadamente fina que fuera el anticipo del sabor real del tomate de antaño.
A partir de esta maravilla, se han ido originando otros productos de alta calidad y con un diseño espectacular como el Bloody Mary, la cerveza artesana, el gazpacho (procesado por Alta Presión Hidrostática, el Bothnia Bay Vodka Premium, te verde y hierbabuena o el Tumakito (preparado para desayunos o meriendas de tomate, tomate con ajo blanco o tomate con ajo negro).
Te invito a visitar su web, en la que existe una tienda online, clicando aquí.
Photo credit: CGJR