Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología

Hoy tengo como invitada en el blog a Cristina Mendieta, que nos trae el post titulado «Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología«.

Cristina es estudiante de doble grado en ingeniería informática y administración de empresas.

Desde muy pequeñita ha tenido claro que su asignatura favorita eran las matemáticas, pero siempre le gustó la lectura y ha dedicado su tiempo libre a la música y el teatro.

La pasión por la impresión 3D vino de la mano de su pareja, Justin Expósito, ingeniero eléctrico al que le encanta la robótica.

Ambos son personas jóvenes, con muchos sueños y ganas de trabajar para conseguirlos.

Le gusta ayudar a la comunidad y cuidar del planeta haciendo voluntariados.

También, tratar de que las nuevas generaciones se interesen en carreras tecnológicas y, en especial, las mujeres como ella.

Os dejo con su post, que es chulísimo!

Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología
Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología

Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología

La tecnología avanza a un ritmo imparable. Hoy, en concreto, venimos a adentrarnos en el mundo de la impresión 3D.

¿Qué es? ¿Dónde se utiliza? ¿Para qué sirve? ¿Qué aspectos legales debo conocer?

Las impresoras 3D son un tipo de tecnología aditiva. Es decir, los modelos se crean añadiendo una capa tras otra, lo que evita tener que fabricar costosos moldes que serán desechados a la larga.

Esta ventaja ha supuesto una revolución para la industria que, junto a la conectividad y el IoT, ha dado nacimiento a la Industria 4.0.

Estas máquinas cuentan con una placa base propia, no necesitan estar conectadas a un PC para su funcionamiento, aunque pueden estarlo.

Supone un extra de comodidad añadido cuando, por ejemplo, mandamos imprimir objetos a través de wifi.

Pero también podemos imprimir el archivo previamente modelado en un programa de diseño en el ordenador a través de un USB o una tarjeta SD.

Suelen contener una cama, que es la base sobre la que se genera la figura.

También un extrusor que se calienta a altas temperaturas para fundir el filamento, y los raíles y mecanismos que mueven el extrusor para que las capas se vayan depositando con la forma deseada.

Los filamentos empleados suelen ser rollos de plástico tipo PLA, aunque también los hay de materiales flexibles, reciclados, o de ABS que son más rígidos.

Hay otro tipo de máquinas 3D que funcionan con resinas líquidas.

En la industria, con mayores inversiones de dinero, se pude imprimir incluso hormigón, tejidos o metales

La moda o la industria alimentaria también usan estas máquinas.

Algunos hospitales ya utilizan impresoras 3D con tejidos orgánicos para implantar por ejemplo pulmones, corazones, prótesis, etc.

Las utilidades son múltiples.

Unas herramientas tan polivalentes sólo pueden llegar para facilitarnos las cosas y adentrarse cada vez más en nuestra vida cotidiana.

Ensalzan el “I want it now” de las generaciones actuales y dan alas a la imaginación y la creatividad.

Realmente, es cierto que podrás construir cualquier cosa, pero, ¿hasta dónde puedes llegar sin infringir la ley de propiedad intelectual?

Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología
Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología

Los límites de la impresión 3D

Diseñar y modelar un objeto en 3D es más complejo de lo que puede parecer a simple vista, aunque hay programas como Tinkercad que facilitan mucho las cosas.

Sin embargo, no es necesario tener conocimientos sobre ello para imprimir nuestro primer objeto.

Esto es posible gracias a plataformas Open-Source, como Thingiverse, en las que podremos encontrar objetos de todo tipo.

Te insto a que vayas al enlace y arriba, en Search, busques tu superhéroe favorito, la marca de tu coche o moto, carcasas para tu móvil, o tu película de los estudios Pixar favorita.

Seguramente encontrarás infinidad de diseños.

Para imprimir hay que descargar el archivo, que suele venir dado en formatos .obj o .stl, y, si desafía mucho las leyes de la gravedad, habrá que añadir un par de sujeciones.

Lo segundo es tener la impresora a punto y ya estaría.

El proceso es tan sencillo, que empresas como Nike o Adidas barajan la posibilidad de utilizar sus diseños con estas tecnologías.

¿Os imagináis, en un futuro, fabricando vuestros propios zapatos en vuestra habitación, sin hacer un gran esfuerzo ni almacenar cajas que pesen kilos?

En este escenario, en el que los consumidores no pagan por el producto terminado, sino por el diseño, podría darse una difusión gratuita indebida de los archivos.

¿Cómo sacarían rentabilidad estas empresas?

Gracias a la «DIRECTIVA DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO sobre los derechos de autor en el mercado único digital» de 2016, las empresas y diseñadores tienen protección

Es decir, puedes hacer uso de todos los diseños que están publicados, y comprar los que más te gusten si son de pago, siempre y cuando sean para uso personal.

Es algo similar a lo sucedido con el “streaming” y la “piratería”.

Infringes la ley en el momento en que distribuyes un material que no has elaborado tú, al igual que si haces pequeñas modificaciones a un material protegido sin consentimiento del diseñador.

Sería todavía más grave si obtuvieses un beneficio económico por ello.

Los logotipos y marcas pueden encontrarse además bajo el amparo de la Ley de Propiedad Intelectual.

Creatividad en tres dimensiones: la magia de la tecnología

Pongamos un ejemplo práctico.

Tu hijo/a es fan de la película Lilo&Stitch, por lo que compras un diseño 3D del personaje, no vendido por Disney, sino por un artista independiente, y lo imprimes.

Si lo vendes, infringes la ley. Si el diseño del artista lo ha elaborado él desde cero, es legal. No lo sería si ese archivo hubiese sido generado por una fuente protegida.

¿Van a perseguir los abogados de Disney a todos los artistas del mundo que elaboren dibujos, animaciones o diseños en 3D de sus personajes?

Es muy difícil por el gran número de personas, mas podrían hacerlo. El quid está en que quizás no les sea rentable, y además, no les interese, pero, ¿cómo?.

Debido a la promoción indirecta que estás haciendo de su marca.

A día de hoy, cuando nos dicen que algo es gratis sabemos que lo estamos pagando con nuestros datos.

Pero quizás no seamos conscientes todavía del poder que tienen nuestras emociones a la hora de otorgarle valor a las cosas.

Disney es un ejemplo más de cómo el éxito, muchas veces, va de la mano de intangibles como el deseo o la nostalgia.

Esto deriva en que queramos su producto y no le pongamos un precio tan racional como haríamos en otras cosas.

La sociedad en la que vivimos hoy en día es cada vez más compleja, en gran parte debido a la llegada masiva de información y recursos a través de la red.

De nosotros y el uso que hagamos de esta, depende que siga manteniéndose como hasta ahora: libre, universal y gratuita.

Gracias por llegar a este punto de la lectura, os invito a dejar comentarios.

Para cualquier duda sobre 3D, podréis encontrarme en redes sociales como Piex3D.

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