El pasado jueves, durante la Jornada del equipo Big Branding, alguien planteó una jugosa pregunta: Cuánto cuesta el branding. Qué interesante. Porque cuantificar un intangible como el branding o el marketing es tremendamente dificultoso, difícilmente comparable a otros servicio de similares características y subjetivamente valorable.
Quienes nos dedicamos a ofrecer servicios externos de intangibles tenemos una visión seguramente bien diferente a quienes son candidatos a contratarlos. Debemos ponernos en su lugar y pensar en si nosotros contrataríamos lo que estamos ofreciendo si fuéramos el cliente. Probablemente a veces incluso te puedas asustar al hacerte este planteamiento tan sencillo.
¿Cómo le venderías un servicio externo de marketing o de branding a alguien que ha tenido un tremendo éxito durante su trayectoria empresarial incluso sin haber tenido jamás ninguna estrategia definida?
Los conceptos intangibles meten miedo y mucho
Suenan a caro, a etéreo, posiblemente a innecesario, a demasiado largo en el tiempo o a tremendamente difícil de medir en cuanto al retorno de inversión se refiere.
El intangible tiene dotes de gasto y no de inversión, pues el escenario de pago inmediato para poder tener una mayor posibilidad de éxito con productos o servicios es demasiado difuso, genera inquietud y duda permanente.
Por su parte, quienes ofrecemos estos servicios estamos pensando en el coste de oportunidad que tendrá la empresa o marca objetivo si no nos contrata, pensando en que si no aplican una estrategia posiblemente el coste de largo plazo será mucho mayor que el de corto plazo al contratarnos.
Este escenario es un juego de percepciones, quienes ofrecemos el servicio vemos una cosa, quienes son potenciales contratantes del mismo ven otra cosa diferente. El choque de percepciones genera un terreno de juego con unas reglas muy particulares en las que unos y otros deben intentar comprender qué es lo mejor.
El branding cuesta, obvio, todo cuesta. La pregunta es si cuesta más no invertir en él. Recuerda que seguramente el activo más importante de una empresa sea su marca. Ahí te dejo material para reflexionar, por si te apetece.
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