La nueva economía, influenciada por la tecnología y las nuevas generaciones están generando un cambio en el hábito de consumo: vivimos la transición de la propiedad al alquiler.
Es evidente que la conducta social está evolucionando hacia otra manera de entender las cosas, lo que provoca que el escenario sea bien distinto al de hace pocos años.
Un factor es clave: las prioridades y preferencias de los consumidores y consumidoras actuales se están dando la vuelta.
El sentido de la propiedad está disminuyendo su intensidad en favor del sentido del alquiler.
Poseer ya no es algo tan necesario cuando disponemos de tantas opciones en el mercado como en el momento actual.
Las plataformas digitales nos sirven como herramienta tanto desde el punto de vista de la oferta (marcas) como desde el punto de vista de la demanda (consumidores y consumidoras).
Éstas ponen en una situación muy comprometida a diversos modelos tradicionales enfocados en la venta par la propiedad, que deben analizar cómo evolucionar ante esta realidad.
Cambio en el hábito de consumo: transición de la propiedad al alquiler
Los alquileres y las suscripciones a ciertos servicios se han convertido en tiempo récord en un estilo de vida para muchos consumidores y consumidoras en el mundo.
Hay mas motivos, a parte de lo digital, como la sensibilidad por la sostenibilidad del planeta y el aprovechamiento de recursos.
También, la dificultad para el acceso a una compra en propiedad de un bien.
Vemos que el alquiler o la suscripción se da en infinidad de sectores como, por ejemplo:
- Entretenimiento: Netflix, Spotify
- Moda: Rent The Runway, Ouh Lo Là
- Automoción: Car2go, Ubeequo
- Vivienda: Airbnb
- Joyería: Verone, Opulent
- Mascotas: PatasBox
Lo cierto es que se trata de una tendencia irreversible de la que tan estamos empezando a conocer sus primeros efectos.
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