Hoy os traigo un tema muy interesante como reflexión en forma de post que me hizo pensar viendo consecuencia de la Copa Mundial de Fútbol 2018 celebrada en Rusia: La disciplina y su alto impacto en la estrategia de marketing.
Es muy probable que hayáis visto como tras el partido de octavos de final que enfrentó a las selecciones nacionales de fútbol de Bélgica y Japón, donde el equipo nipón fue eliminado en el último instante, una imagen que vale más que mil palabras.
Dicha imagen es la del vestuario de la selección de Japón, absolutamente impoluto tras su eliminación, del que se dice que fueron los propios jugadores quienes lo dejaron así de limpio y ordenado.
Además, dejaron un mensaje central en ruso (qué detalle): Gracias!.
Tanto el equipo, como sus aficionados, han mostrado un comportamiento ejemplar en las ciudades rusas donde se han disputado partidos, tanto de la fase de grupos como este último partido de octavos de final.
En todos ellos, siempre hemos visto como los aficionados recogían cualquier huella que durante el partido quedaba en las gradas, dejando todo como estaba.
Como cierre, la imagen del vestuario es totalmente impactante.
Es probable que os preguntéis qué tiene esto que ver con la estrategia de marketing. Para mí, mucho.
Sobre todo a nivel de branding, es decir, de gestión de marca, ya que el impacto de este tipo de comportamiento fundamentado en la disciplina proyecta en la imagen de marca del país una percepción absolutamente positiva.
El concepto disciplina hace alusión a la coordinación de actitudes con las que se instruye para desarrollar habilidades de manera más rápida o para seguir un determinado código de conducta.
La disciplina puede llegar desde una orden (que no es el caso) o bien desde una actitud voluntaria (que si lo es).
En definitiva, el aprendizaje para mí es cómo podemos definir comportamientos basados en la disciplina para que la marca provoque una influencia positiva allá donde pretendamos impactar con ella.
Photo credit: JFA
