Hoy os traigo otro interesante y nutritivo ejemplo para la sección de estrategia conductual: Efecto Dunning-Kruger en la estrategia de marketing.
Ya hablamos parcialmente de este ejemplo en este otro post anterior sobre Frases de Mark Twain (clic aquí para leer).
Este fenómeno es un sesgo cognitivo mediante en que los individuos que poseen pocas habilidades o conocimientos sufren un sentimiento de superioridad ilusorio.
Por este motivo, llegan a considerarse mas inteligentes que otras personas más preparadas.
Podemos decir que, de alguna forma, miden de manera incorrecta su habilidad, obviamente por encima de lo real.
Este sesgo cognitivo tiene su explicación en cierta incapacidad metacognitiva del individuo, que le impide reconocer su propia ineptitud.
Por el contrario, aquellos individuos que están muy cualificados tienen tendencia a subestimar su competencia relativa.
De esta forma, asumen de manera errónea que las tareas que resultan fáciles para ellos también lo resultan para otros.
Efecto Dunning-Kruger en la estrategia de marketing
En el ámbito del marketing este efecto es muy interesante.
A veces, he visto propuestas o proyectos que parecen tener cierta ventaja competitiva pero que cuando analizas ves sus carencias básicas.
Quizás la osadía de lo nuevo, de lo naciente y de la ilusión inicial del arranque puede provocar que no se piense en el largo plazo y existan esos errores fundamentales.
Marcas muy recientes, sobre todo las nativas digitales, carecen en ocasiones de los fundamentos básicos del marketing.
No es exactamente el efecto Dunning-Kruger lo que está sucediendo, pero si que nos podemos focalizar en él para encontrar la explicación.
Digamos que podríamos detectar cierto complejo de superioridad en algunos casos donde hay errores tácitos a la vista, aunque quizás invisibles para sus creadores.
Al revés también ocurre. Marcas con mayor madurez y con competencias muy demostrables son, en ocasiones, muy comedidas y honestas cuando no tendrían por qué serlo.
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